Los partidos políticos se encuentran en las definiciones de precandidatos y candidatos con miras a las elecciones de junio próximo, y si bien es cierto que el 18 de enero inicia el periodo de precampaña, también lo es que no es necesario realizar ese ejercicio de acercamiento con la militancia, y se puede ir directo a la campaña, ya que el reto es superar y por mucho los votos del 2021.

Los periodos de precampaña tienen el propósito que los aspirantes se midan con el resto de sus contrincantes, pero de manera interna y en cada partido político; sin embargo, y al no haber otro aspirante y todo indica, serán candidaturas de unidad, no es necesario y se pueden brincar hasta las campañas que inician a mediados de abril próximo.

Ese es el escenario que priva en todos los partidos políticos, ya que si bien hay una buena cantidad de aspirantes, la realidad es que no tienen posibilidad alguna y la mayoría ya sabe quiénes serán las próximas candidatas o candidatos y que la mayoría va por la reelección.

Se espera, pues, que por lo menos para las presidencias municipales, no haya precampañas y se vayan directo a los registros de planillas de unidad, para de ahí comenzar las campañas constitucionales, como ya dijimos, en abril.

Tomando en cuenta que de las 11 presidencias municipales solo una no es de la 4T, la de Solidaridad, en el resto no se espera sorpresa alguna, saldrán unidos y directo a la contienda constitucional.

En las presidencias municipales de la 4T que van por la reelección, el reto es superar y por mucho los votos obtenidos en las elecciones pasadas, y fin de legitimizar las reelecciones y darle buenas cuentas a Morena y aliados.

En Morena se han planteado que en Quintana Roo por lo menos deben sacar 600 mil votos, tarea que no es menor para el partido y los abanderados, de ahí que la precampaña no es algo que les debe preocupar, sino llegar a la ciudadanía para que les refrende el voto y, por lo menos, duplicarlo.

Por lo que se refiere a los candidatos a diputados locales y federales, no pueden darse el lujo de ganar con una cantidad menor de sufragios que los salientes, sino incrementar en la medida de lo posible los números.

Así las cosas para las y los futuros candidatos, y la presión, como siempre digo, será no apta para cardiacos e hipertensos. Hasta la próxima.