El Turismo en México al 2040

Acaba de celebrarse el primero de tres foros llamados “Turismo es Bienestar” con el objetivo de desarrollar una política de estado con perspectiva al año 2040...

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Acaba de celebrarse el primero de tres foros llamados “Turismo es Bienestar” con el objetivo de desarrollar una política de estado con perspectiva al año 2040; la discusión inició la Gobernanza para un turismo sustentable, uno de los temas que serán clave en el futuro.

Siempre me ha gustado pensar hacia adelante; creo sinceramente que es la única forma de imaginar hacia donde queremos llegar, y también sentar las bases y acciones para que eso suceda; he participado en ejercicios similares y, en 2016, construimos una agenda de Turismo Sustentable en Quintana Roo con visión también a largo plazo, con una visión a 15 años.

Y eso se debe probablemente a que, en mis primeros años de ejercicio profesional, me tocó estar de cerca del trabajo que realizara mi querido y entrañable jefe Manuel Rodríguez Woog en la construcción de aquel documento llamado “Estudio de Gran Visión del Turismo en México, Perspectiva 2020”. Y como recién egresado de licenciatura me preguntaba, ¿cómo será el mundo y el turismo en 2020? Hoy, a tres años, las conclusiones de dicho estudio no podrían ser más acertadas.

Aumento de destinos alternativos, mayor escrutinio internacional, liderazgo de la región de Asia Pacífico, megafusiones, incremento de empresas virtuales, mayor interconexión y automatización, mayor poder de la sociedad civil, entre otros temas que se predijeron hacia el 2020, hoy son una realidad. Incluso los datos duros, que predicen desde el año 2000 37.7 millones de turistas y 7.9 millones de cruceristas, se acercarán bastante a la realidad.

Pero, realmente hoy, ¿podemos imaginarnos que será del futuro de nuestros destinos turísticos los próximos 20 años? ¿Estamos preparados para pensar en una política de estado a largo plazo? Pero, sobre todo, ¿estamos preparados para poder darle seguimiento y que esta visión no quede solo en papel?

Hay cuatro temas principales que, desde mi punto de vista, debemos considerar si pensamos en una Política Turística de Estado para los próximos 20 años. Primero, el Estado: debemos generar una política en la que las instituciones tomen menos decisiones, y sean un vehículo para realmente escuchar y llevar a políticas y programas las propuestas de sociedad civil; si hoy ya lo es, en los próximos 20 años el estado será mucho más débil y, si pensamos a largo plazo, no alcanza con el interés y acción del estado, se requiere un trabajo mucho más coordinado con ciudadanos, empresarios, sociedad civil, entre otros.

El segundo es sustentabilidad, con énfasis en cambio climático; los cambios en la dinámica costera e interior del país harán que los destinos cambien radicalmente su geomorfología y otras características, y debemos tener la capacidad de reconocer estos cambios y tomar acciones a ese respecto de forma urgente; hoy, no podemos pensar en una política de estado al 2040 sin una palabra clave: adaptación.

El tercero es la tecnología y la economía colaborativa; una realidad hoy, que se multiplicará en los próximos años: necesitamos pensar más en destinos inteligentes, en mantener la competitividad de la oferta tradicional frente a la tecnología, pero sin limitar ésta, y pensar que lo que vemos hoy, apenas es un indicio de lo que en el futuro será la tecnología al servicio de los viajes.

El cuarto, el viajero. Y claro, me dirán que el viajero siempre ha sido el centro de atención en el turismo; y si, pero hoy más que nunca el viajero está tomando un rol preponderante, no solo en la forma en que consume, sino en la forma en que construye y co-crea lo que quiere consumir. ¿Estamos listos para este viajero exigente, hiperconectado, con mucha información, sustentable e independiente? Si no, hay que ponerse las pilas.

No es nada fácil preparar un instrumento de visión a largo plazo (me consta porque nos ha tocado hacerlo), pero menos fácil es hacer que ese documento sea adoptado por los actores de la actividad turística, y se dé seguimiento y podamos, en 20 años, llevarlo a buen término y a alcanzar la visión propuesta. Nos toca trabajar en proponer, pero también en esa famosa gobernanza que nos permita formar redes de colaboración para lograr en el 2040, el turismo que prospectemos hoy.

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