Se advirtió el recién pasado 31 de marzo en este espacio editorial de Novedades: “son seis meses de una transformación profundamente llamativa en Playa del Carmen”. A lo que se mencionó en aquella opinión, como obras, servicios, promoción turística, recuperación de espacios públicos, festivales, jornadas de mejoramiento urbano y encuentros deportivos para devolverle el brillo perdido al municipio, ahora se agrega una inversión de mil 200 millones de pesos para fortalecer la seguridad ciudadana, la cifra más alta en la historia municipal.

Se trata de una inversión con recursos propios e incluye patrullas, motopatrullas, ambulancias, unidades de apoyo, vehículos especializados con blindaje táctico, equipamiento diverso y hasta un helicóptero “para proteger lo más valioso que tenemos: la tranquilidad y la vida de nuestra gente” dijo la presidenta Estefanía Mercado, quien recibió el respaldo unánime y transversal de sectores sociales, empresariales, académicos, políticos y otros.

En redes sociales se vieron imágenes de los vehículos circulando por el puente a desnivel de la carretera federal y de liderazgos de aquellos sectores tomándose fotografías en el helicóptero. El voto de confianza es a favor, ahora también, de quien se comprometió a instaurar “la transformación”, que ya está en marcha sin opositores que escandalicen frente a hechos consumados que benefician a la sociedad.

El gran acierto es prevenir, y encarar sin demora a quien atente contra el orden, la estabilidad, la paz y la seguridad. Nadie ignora lo ocurrido en zonas vecinas, por lo que el blindaje en Playa del Carmen es una noticia alentadora más allá de sus fronteras. La Riviera Maya está más segura.

No es un alarde: es un compromiso cumplido. Uno más en la evolución. Es que la inseguridad y la violencia son las problemáticas que más aquejan a las familias en cualquier parte del territorio nacional y las encuestas son claras al respecto. Reconocer es un paso, pero afrontarlas es un salto.

La muestra fiel de ese compromiso irrenunciable por la paz es el trabajo en equipo con los gobiernos de la presidenta Claudia Sheinbaum y de la gobernadora Mara Lezama, no por agitar banderas de colores afines, sino por consolidar un proyecto común y refrendar una responsabilidad compartida frente al mismo pueblo que ayer les dio su apoyo en las urnas y hoy en las encuestas.