Falta competencia en ferris de Quintana Roo
Los usuarios de este servicio de transporte marítimo no tienen otras opciones...
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) determinó la ausencia de condiciones de competencia efectiva en el servicio de ferris en Cozumel, Puerto Juárez y zona hotelera al norte de Quintana Roo. Estos mercados abarcan las rutas Cozumel-Playa del Carmen; Isla Mujeres-Puerto Juárez o Gran Puerto, así como Isla Mujeres con origen o destino a los muelles El Caracol, Playa Tortugas y El Embarcadero. Además, se constató que los usuarios de este servicio de transporte marítimo no tienen otras opciones para trasladarse de esas islas a la zona norte de Quintana Roo sin incurrir en costos adicionales.
El organismo antimonopolios determinó que los servicios de transportes terrestre, aéreo u otras formas de transporte marítimo, como el de turismo náutico o el de transbordador, no sustituyen a los ferris, entre otros factores, por las diferencias en las condiciones como facilidades, precio, velocidad de traslado y frecuencias. Tampoco hay rutas alternativas, ya que el servicio no se puede proveer desde un punto que sea completamente distinto o muy lejano del origen o del destino. Además, por el lado de la oferta, estos prestadores tienen capacidad limitada para ofrecer el servicio sin incurrir en costos significativos.
“En cuanto a la inexistencia de condiciones de competencia en los mercados relevantes, se identificó que Naviera Magna tiene una alta participación de mercado y poder sustancial en los puertos Juárez y zona hotelera, en este último es el único oferente”, determinó la Cofece.
“En tanto, en la ruta Cozumel-Playa del Carmen, Magna y Golfo Transportación (Winjet) tienen alta participación de mercado y un comportamiento similar en materia tarifaria y de horarios, en una estructura de mercado que no favorece la competencia”, añadió.
Se encontró que estos agentes económicos pueden fijar libre y unilateralmente sus tarifas, así como restringir el abasto, ya que eligen libremente los horarios e itinerarios que desean prestar, e incluso podrían dejar de hacerlo durante seis meses sin que les sea revocado el permiso. Aunado a esto, la comisión identificó que existen barreras de tipo normativo, económicas y estructurales que limitan la entrada de potenciales participantes. Una es que los activos no se pueden fragmentar para adecuarlos a la demanda estacional del servicio, lo que incide directamente en las decisiones de inversión y en los costos fijos de los transportistas. Existen altos montos de inversión necesarios para ingresar al mercado, relacionados con la adquisición o renta de embarcaciones, así como su plazo de recuperación, que puede ir de 7 a 15 años, y escasez de usos alternativos.
Además, en ciertos casos, existen limitaciones físicas en infraestructura portuaria que dificultan la operación simultánea de varios prestadores del servicio. En otros, el uso de muelles es exclusivo, como Magna en la zona hotelera, y no existe infraestructura adicional para atracar o zarpar, por lo que un agente económico interesado tendría que desarrollar su propia infraestructura. El organismo consideró que las empresas que quieran entrar en el mercado tienen que incurrir en gastos significativos en publicidad para posicionarse.
“Tras la declaratoria de falta de condiciones de competencia efectiva en los citados mercados del servicio de transporte marítimo de pasajeros, en navegación de cabotaje, en la modalidad de ferris en Quintana Roo, corresponde a la autoridad reguladora, la Secretaría de Marina, establecer, si considera pertinente, la regulación tarifaria para estos servicios”, determinó la Cofece.
Incluso en 2023 la inflación excederá
el 3% objetivo del Banco de México
Ni siquiera en el año 2023 regresará la inflación al objetivo puntual de 3%; de hecho, especialistas del sector privado encuestados por el Banco de México anticipan que, en ese momento, la variación anual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en México se ubicará en 3.72%.
En la última encuesta del año, los expertos volvieron a revisar su expectativa para la inflación para este año, y la dejaron en 7.63%, una tasa que completó 13 revisiones al alza. La nueva estimación supera el 7.20% proyectado por los mismos expertos al iniciar el mes y se convierte la expectativa más alta recabada en la encuesta al menos desde el 2006. Ni siquiera en ese año, cuando se presentó el período mundial de inflación de los commodities, ni en el 2017, cuando se dio en México el llamado gasolinazo en el país, se presentó un desanclaje de expectativas de corto plazo de este tamaño. Los especialistas consultados prevén que el año entrante la inflación registrará una fluctuación más moderada, que llevará el registro a 4.22%, una proyección que incorpora un noveno ajuste mensual al alza y que claramente rebasa el pronóstico recabado al inicio del mes que fue de 4.12%.
En el apartado sobre el crecimiento económico, los especialistas ajustaron también a la baja su proyección sobre el Producto Interno Bruto (PIB) para este año, por tercer lectura consecutiva. Ahora estiman un rebote de 5.59% en la actividad económica que es inferior al 5.65% estimado en la encuesta de inicio de diciembre. La nueva estimación promedio del PIB que tienen los especialistas del sector privado está debajo de las expectativas revisadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de 5.9%; y de la que tiene el Fondo Monetario Internacional (FMI) que es de 6.2%, y está por arriba del rango estimado por el Banxico que está entre 5% y 5.7%. Para el PIB de México del año entrante, calculan que la actividad económica conseguirá un crecimiento de 2.79% que es el mismo nivel que esperaban al iniciar diciembre. Sin embargo, la previsión se encuentra lejos del supuesto que tiene el gobierno mexicano y en el que basa el Paquete Económico, que es de 4.1 %.