Hemos vivido prácticamente dos años de incertidumbre, y cada vez que vemos una pequeña luz al final del túnel, algo pasa y surge alguna variante de este terrible virus que ha sido sin duda la pandemia más grande y letal de la humanidad.

Evidentemente quejarse es pecado después de lo vivido en este tiempo. A muchos les fue muy bien, otros la pasaron medianamente, otros perdieron ingresos y a más se les interrumpió toda forma de obtener ingresos.

La desesperación ha sido mucha, pero lo más preocupante es ver a la gente que ya no le importa el confinamiento y sale a las calles con una actitud de querer ser libre de nuevo, de hartazgo por lo vivido y por las medidas que se nos impusieron.

A este servidor que está acostumbrado a no salir en días de casa, estudiando, leyendo, practicando al piano, siempre con cosas que hacer y crear, le faltó un abrazo, el contacto con la gente, en vivo, no en pantalla, ni por teléfono.

Y seguro estoy que, así como yo muchos, pero no podemos bajar la guardia. Esta frase también estoy seguro que nos harta, pero de verdad no podemos dejar de tomar las precauciones, sin entrar en paranoia, pero siempre firmes a cuidarse.

La ganancia es mayor, se los puedo asegurar. Ahora debemos de aprender como volver a nuestra vida anterior a la pandemia.

Imaginemos el haber estado en ayuno permanente y para regresar a ingerir alimentos de manera normal, debo comenzar con una alimentación blanda y muy frugal para que mi cuerpo no se descompense.

Así tengo que regresar, poco a poco y de manera abrupta. Nadie se quedó sin comer, muchos se fueron y pasó de todo, pero debemos hacer las cosas bien hechas.

No puede vencer nada a la razón. El gran aprendizaje fue las grandes enseñanzas que todos tuvimos.

Aprendimos formas nuevas para monetizar nuestros trabajos, aprendimos a vivir con menos y a vivir (literalmente) más, y que hay cosas que realmente importan y que no las estábamos haciendo.

Independientemente de lo que tú hagas, ahora ya sabes que la manera de hacerlo es hacerlo muy bien, por ti y por todos. Espero que esto se acabe y que lleguen a controlarlo de manera contundente.

Les deseo que este 2022 sea el mejor año para todos nosotros en unión, en equipo y con toda la actitud para seguir creciendo con, sin o a pesar de cualquier circunstancia. Muchas felicidades y hasta la próxima.