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El mundo está cambiando. Cambian los colaboradores que cada vez buscan trabajar en empresas que buscan activamente mejorar la sociedad y el medio ambiente. Cambian los inversores que cada vez destinan más fondos a empresas que miran más allá del lucro, y cambian los consumidores que antes elegían por precio, calidad y conveniencia. Ellos ahora eligen en función de la empresa que está detrás del producto o servicio. En un mundo que cambia cada vez más rápido, yo me pregunto ¿Cómo será la empresa del futuro? Algunos líderes empresarios ya lo están describiendo: 

Michael Porter, profesor de Harvard, dice que “la principal ventaja competitiva de una empresa va a ser su respuesta a cómo generar un triple impacto.”

Doug Mcmillon, presidente y CEO de Walmart, dice que “la empresa existe para servir a la sociedad.”

Larry Fink, CEO de BlackRock, fondo de inversión más grande del mundo, dice que “los intereses de la empresa y de la sociedad tiene que alinearse con los intereses de la sociedad para crear valor a largo plazo”.

La empresa del futuro no es la que más vende. La empresa del futuro es la que a medida de que vende más, más ayuda a que la sociedad y el medio ambiente prosperen, es la empresa que ayuda a cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los cuales conllevan un espíritu de colaboración y pragmatismo para elegir las mejores opciones con el fin de mejorar la vida, de manera sostenible, para las generaciones futuras. Proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países en conformidad con sus propias prioridades y los desafíos ambientales del mundo en general. 

Entonces, la empresa del futuro es una empresa de triple impacto, persigue en simultáneo tres objetivos: económico-financieros, sociales y ambientales.

Los empresarios del futuro serán aquellos que sean capaces de interpelarse entre sí. Empresarios involucrados con el deber ser para el país que soñamos. Personas que no culpan a otros por los problemas, sino que se involucran a ser parte de la solución.  

No hace falta ir muy lejos para leer los signos de alarma que nuestro vapuleado planeta está emitiendo: Calentamiento Global, cambio climático, sobrepoblación, depredación acelerada del agua, el medio ambiente y los recursos no renovables. Si es nuestro deseo como humanidad tender puentes de supervivencia hacia el futuro y hacia la siguiente generación, es menester que cada empresa lleve a cabo lleve en su interior, empezando con el fundador, una profunda reflexión acompañado de un sincero acto de humildad tratando de entender cuáles son aquellos actos que sumados a la escala colectiva pueden llevar aceleradamente a la destrucción a la civilización tal y como la conocemos actualmente. 

Las Empresas del Futuro, ya existen, son las Empresas Sociales-Ambientales, Empresas con Propósito. De ellas, te hablaré en la próxima columna. 

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