Cumpliendo la promesa de hacer comparecer a los miembros “polémicos” del gabinete del gobernador Carlos Joaquín González, el Congreso del Estado dio a conocer una lista de ocho convocados a rendir cuentas sobre su desempeño ante nuestros diputados, quienes tienen el desafío de lograr que estas comparecencias sean realmente un ejercicio democrático y no una pasarela de lucimiento político, como tradicionalmente sucede.

En la lista candente de los diputados está el secretario de Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos; la titular del Trabajo y Previsión Social, Catalina Portillo Navarro; la secretaria de Educación, Marisol Alamilla Betancourt; la secretaria de Salud, Alejandra Aguirre Crespo; el titular de la SINTRA, Jorge Portilla Máanica; la secretaria de Desarrollo Económico, Rosa Elena Lozano Vázquez; el Oficial Mayor, Manuel Alamilla Ceballos, y el Contralor estatal Rafael del Pozo Dergal.

Todos los requeridos tienen en común haber protagonizado sonoros escándalos que sacudieron a la opinión pública —como la multimillonaria y turbia licitación para la compra de uniformes escolares realizada por el Oficial Mayor, o las declaraciones discriminatorias de la Secretaria de Educación, Marisol Alamilla Betancourt, en contra de los niños con necesidades educativas especiales— y sus resultados tan cuestionados por la opinión pública.

Quien abrirá la ronda de comparecencias es 21 de septiembre es el encargado de la Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos, quien se colocó a la cabeza de la lista debido a la interminable ola de violencia y ejecuciones que ha cimbrado a la entidad durante 2017. El asunto de la seguridad es prioritario, y de esa comparecencia se espera que salgan no sólo explicaciones, sino una estrategia conjunta para combatir el flagelo de la delincuencia organizada.

El resto de los convocados también tiene mucho que explicar, principalmente los titulares de la Sintra, Oficialía Mayor y Desarrollo Económico, donde la sospecha de acciones de corrupción y negocios al amparo del poder tiene sobradas bases por las denuncias que han salido a la luz.

Y el Contralor del Estado también tendrá que rendir cuentas sobre la injustificable pasividad de la dependencia fiscalizadora que está obligada a desenvolverse de otra manera, dando un viraje de 180 grados al ser comparada con las Contralorías del nauseabundo priato.

Ya se verá si los diputados sacan la casta en estas comparecencias posteriores al Primer Informe de Gobierno, o si optan por mantenerse en la comodidad de la simulación.