Gerente de animación
El crecimiento de la hotelería ha hecho que aparezca un personaje “sui generis” llamado Gerente de Animación, a los que les he dedicado varios artículos...
El crecimiento de la hotelería ha hecho que aparezca un personaje “sui generis” llamado Gerente de Animación, a los que les he dedicado varios artículos.
Este personaje en cuestión es el encargado de todo el entretenimiento del centro de hospedaje, juegos en las albercas, disfraces temáticos, fiestas importantes, vóleibol playero, waterpolo, obras de teatro, música en los centros de consumo, mascotas en las áreas, y todo lo que a ustedes se les ocurra.
Y todos los artistas ya no trataríamos con la gerencia de alimentos y bebidas ampliando el campo de acción, pero oh sorpresa. Estos personajes que fueron animadores (algunos) y de ahí llegan al puesto, parecen tener como finalidad la de divertirse cobrando.
No estoy en contra del puesto sino de las personas que los ocupan. Cuando eres gerente de lo que sea tienes que tener la “capacidad” de administrar tus recursos tanto humanos como financieros, pero definitivamente hay maderas que no agarran el barniz.
Pierden las facturas, no encuentran los correos, se atrasan tus pagos o no salen, no aceptan que la regaron, quieren culpar a media humanidad y desconocen a profundidad lo que hacemos los artistas.
Les falta cultura a profundidad. Molesto es el tocar un piano desafinado y estar escuchando por meses el: ¡ya merito!, ¡ahora sí!, ¡no me contesta el señor! y mil etcéteras, y lo peor es querer traer a un afinador que no es el bueno.
Aquí vivimos a 2000 kilómetros de la civilización y en todo el estado de Quintana Roo existe sólo un afinador profesional y se los digo yo, como un verdadero profesional de mi área con 22 años en estas tierras.
Lo peor es que la niña de animación te habla como si supiera. Entiendo como bien decía la abuela que existen tres tipos de personas en la vida: Los buenos, los malos y los músicos, no somos fáciles pero si algo tengo es que nunca aplico el vedetismo, pero siempre hay un negrito en el arroz.
Ya le escribí anticipadamente a Santa Claus y espero que si me cumpla mi petición y con el afinador de verdad. Perdón por quejarme con ustedes pero sé que aguantan vara. Hasta la próxima semana.