Jaloneo presupuestal
Porque contrario a lo que muchos esperaban, 2018 no será el año de la abundancia.
A punto de cerrarse el tiempo para definir el presupuesto de egresos 2018 de Quintana Roo, la tensión entre los titulares de dependencias y organismos, directores administrativos y las autoridades de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) responsables del reparto del pastel, está a punto de estallar, debido a que muchos dependencias están siendo sacrificadas en sus ingresos, mientras otras se están sirviendo en grande.
Porque contrario a lo que muchos esperaban, 2018 no será el año de la abundancia, por lo que los presupuestos estimados por las secretarías e instituciones de gobierno han sufrido no uno, sino varios recortes impuestos de manera unilateral por los contadores de la Sefiplan.
Pero el asunto se torna grave, porque en reuniones privadas los funcionarios gubernamentales de las dependencias que están recibiendo migajas empiezan a alzar la voz, acusando a la Sefiplan de apretar tanto el cinturón que los dejan maniatados, sin capacidad de operación.
El dedo acusador se blande contra el director de Política Presupuestal de la Secretaría de Finanzas, el contador Ángel Servando Canto Aké, que como responsable directo del estudio y asignación del presupuesto de cada organismo gubernamental se ha convertido en el enemigo público número uno de los encargados de las dependencias más vulnerables.
Y es que las tijeras del presupuesto se han ensañado en particular con organismos que para la Sefiplan no son “prioritarios”, como el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS), los recién nacidos Instituto para la Cultura y las Artes (ICA), Instituto Quintanarroense de la Juventud (IQJ) e Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas, el Instituto Quintanarroense de la Mujer, entre otros.