La temporada electoral se ha dejado sentir con fuerza en el Congreso local, donde además de la decena de diputados que estarían solicitando licencia para convertirse en candidatos, otros funcionarios clave afines al actual presidente de la Gran Comisión, Eduardo Martínez Arcila, también preparan sus tiliches apostando al triunfo del Frente oficialista en las alcaldías de Solidaridad y Othón P. Blanco. 

No es un secreto que Eduardo Martínez Arcila –quien verdaderamente manda en el partido blanquiazul– pretende ser candidato a diputado federal por la vía plurinominal con altas posibilidades de lograr su cometido, por lo que desde ya está acomodando a sus elementos de confianza en las planillas encabezadas por el PAN para intentar asegurarles su futuro inmediato.

En las negociaciones internas del blanquiazul su ex dirigente maniobró para colocar al actual Oficial Mayor del Congreso, Gustavo García Utrera, como segundo regidor en la planilla que encabeza Cristina Torres Gómez en Playa del Carmen, quien persigue la reelección en ese municipio. 

La aparición de García Utrera en la planilla es una señal inequívoca de que Eduardo Martínez tiene un pie afuera del Congreso local, ya que el Oficial Mayor es un hombre de toda su confianza y se ha convertido en el brazo derecho de Arcila en la Legislatura, por lo que su nominación a la regiduría no pasó desapercibida.

Y si quedaba alguna duda de que el panista está preparando su despedida dejando todos sus asuntos en orden, la aparición de otra de sus figuras clave en el Congreso como candidata a síndica en el Ayuntamiento capitalino aclaró por completo el panorama; se trata de Cinthya Millán Estrella. 

Ella es otra de las personas cercanas a Martínez Arcila desde que este fungía como dirigente estatal del blanquiazul, y a su llegada al liderazgo del Congreso la convirtió en su secretaría particular y principal asesora jurídica; ahora la sembró en esa posición de privilegio en la planilla que encabeza Fernando Zelaya Espinoza, superando una tensa negociación con el panista chetumaleño Mario Rivero Leal, quien intentó participar en el proceso interno. 

Por lo visto, el presidente de la Gran Comisión del Congreso no quiere dejar en el desamparo a ninguno de los integrantes de su equipo cercano antes de retirarse, acrecentando la tradicional desbandada en la Legislatura.