Tremenda sorpresa causó la apertura en el Congreso local del sobre cerrado que entregó el Fiscal General del estado, Miguel Ángel Pech Cen, con los nombres de sus tres candidatos a ocupar el importante cargo de Fiscal Anticorrupción, pues de los personajes que iban con la etiqueta de favoritos ni siquiera uno apareció en la terna final.

Durante el proceso de registro, los nombres que sonaron con mucha fuerza fueron el de la siempre competitiva abogada Lili Campos Miranda, y el de los de los conocidos chetumaleños José Antonio Barón Aguilar y Didier Vázquez Méndez, quienes recibieron un gran respaldo de ciudadanos y organizaciones civiles ante la Fiscalía.

Se daba por hecho que al menos dos de ellos fueran contemplados para la terna final de la cual saldrá el primer Fiscal Especial para el Combate a la Corrupción de Quintana Roo, pero ¡oh sorpresa!, ninguno fue favorecido con el visto bueno de Miguel Ángel Pech.

El Fiscal, que por ley tiene la facultad de definir la terna de candidatos, propuso ante el Congreso al polémico abogado capitalino Raúl Ojeda González; a la actual vicefiscal Rosaura Antonina Villanueva Arzápalo, y a la abogada cancunense Joanna María Guadalupe Gutiérrez Martínez.

De los tres, quien parece tener ventaja por el respaldo directo del Fiscal General es la vicefiscal y doctora en derecho Rosaura Villanueva Arzápalo, aunque en su historial arrastra una suspensión temporal del Consejo de la Judicatura en su contra cuando fungía como juez de la zona de Cozumel y Playa del Carmen en 2013, ya que fue sujeta a una investigación por su presunta participación en la protección a integrantes del crimen organizado de la que salió bien librada.

A su vez, Raúl Ojeda González, quien presume de haber participado en la construcción de las leyes del sistema anticorrupción local, tiene una amplia carrera como litigante y ha formado parte de los colegios y agrupaciones de abogados en el estado, pero también pesan sobre él señalamientos de despojo de propiedades por parte de algunos ciudadanos, aunque estos no se han comprobado plenamente.

La última candidata, Joanna Gutiérrez Martínez, es la que tiene menos cola que le pisen gracias a que es una completa desconocida sin experiencia alguna en el servicio público. Lo único que se sabe de ella es que tiene un despacho jurídico en Cancún y que fue protosecretaria de la Barra de Abogados de Cancún en años recientes.

El Congreso tiene la dura tarea de seleccionar el menos malo de esta tercia de candidatos para encabezar la naciente fiscalía.