Gula del Suchaa
Apapachados por las autoridades estatales del Transporte, los dirigentes del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler...
Apapachados por las autoridades estatales del Transporte, los dirigentes del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa) de Chetumal están amarrando nuevos negocios por todos lados, controlando las rutas de transporte foráneo en todo el sur del estado, además del transporte público en la capital.
Con prácticas malsanas que han sido toleradas por los gobiernos estatal y municipal, el polémico sindicato que por décadas sirvió como brazo político del PRI reventó a la empresa que prestaba el servicio de autobuses urbanos en Chetumal, saturando sus rutas con la desleal competencia de las “combis” o peseras.
No es casualidad que en la capital del estado ninguna empresa de transporte urbano ha logrado consolidarse, pues con su fuerza política el Suchaa ha sometido al Ayuntamiento y a las autoridades del transporte a sus caprichos, evitando el establecimiento de un servicio urgente para Chetumal, la única capital del país que carece de un sistema urbano de transporte.
Ahora, tras despachar a la empresa Investicora –la tercera que ha abandonado la plaza en los últimos cinco años– el Suchaa mostró los colmillos y está negociando con el Ayuntamiento cubrir esa necesidad con socios interesados en invertir en urbanos.
Por supuesto, esta oferta será bajo sus términos y condiciones, obligando al gobierno a concesionar el servicio en exclusiva para el sindicato lo que representa todo un nuevo nicho de negocios para su dirigente, Sergio Cetina Valle, personaje muuuuy cercano al ex cacique de los taxistas, Rubén Pelayo Kuc.
Pero no solo la capital está en la mira del Suchaa, sino también la ruta turística Chetumal - Mahahual, donde pretenden imponer su ley cerrando el paso a sus homólogos bacalaranses, que comparten parte del territorio y se quejan de que todo el pastel se está quedando en manos de los taxistas capitalinos.
El sindicato de taxistas chetumaleños quiere evitar que los chafiretes de Bacalar puedan operar en el área de Mahahual, afectando con ello la libre competencia y al turismo, pues no son pocos los visitantes que han quedado en medio de una trifulca entre taxistas sureños.
Y mientras tanto, la Sintra y su director de transporte, Alejandro Ramos Hernández, están jugando a la “política” pactando con grupos de poder dentro de los sindicatos de taxistas con fines económicos y electoreros, permitiendo el establecimiento de estos monopolios de transporte que se mantienen en el justo margen de lo legal.