Este lunes 28 de agosto marca una fecha importante para la educación en Quintana Roo, donde los escolares de la entidad, desde preescolar hasta telesecundaria, vivirán lo que se podría calificar como el regreso a clases más auspicioso de los últimos tiempos.  

Este evento histórico es el resultado de una política educativa firme y decidida por parte del gobierno estatal, liderado por la gobernadora Mara Lezama. 

El primer signo de este compromiso renovado con la educación es la entrega inédita de paquetes escolares integrales, que beneficiará directamente a las familias de Quintana Roo.  

Nos referimos a una cantidad considerable de 261 mil 480 paquetes de útiles, 242 mil 530 mochilas y 242 mil 329 uniformes.  

Este acto no es meramente simbólico, sino que es una inversión concreta en el futuro del estado y una fuerte señal de apoyo a la economía familiar, para que ningún niño y joven se quede sin estudiar. 

Lo que resulta particularmente inspirador es el enfoque inclusivo de esta iniciativa, ya que todos los espacios y modalidades educativas serán atendidos, desde las escuelas de educación general hasta las indígenas, Conafe y escuelas para migrantes.  

Además, se añade la entrega de calculadoras científicas para los estudiantes de secundaria y telesecundaria, un recurso que potencia las habilidades en ciencias y matemáticas, tan indispensables para la formación de los educandos.  

La gobernadora Mara Lezama ha subrayado que este nivel de inversión se logra combatiendo la corrupción y administrando de manera eficiente los recursos públicos.  

Este es un mensaje poderoso: la honestidad y la buena gestión pueden transformar la educación y, por ende, el futuro de una comunidad. 

No podemos pasar por alto la apertura de seis nuevas escuelas y la implementación de carreras vinculadas con el Tren Maya, el proyecto insignia de la 4T y que será abordado por los jóvenes profesionales del estado.  

Esto último es una clara muestra de cómo la educación puede y debe estar alineada con el desarrollo económico y social de la región, acorde con los nuevos tiempos de transformación que vive el país y el estado.  

Lo que acontece en Quintana Roo debe servir como un modelo para otros estados y para la política educativa a nivel nacional, puesto que la política pública estatal tiene muy en claro que invertir en educación es invertir en el futuro, y en Quintana Roo, el futuro parece brillante. 

A los estudiantes de Quintana Roo les decimos que aprovechen estas oportunidades. A los gobiernos locales y federales, les sugerimos tomar nota. Este podría ser el comienzo de una revolución educativa que el país tanto necesita. 

¿Sabrán aprovecharse las oportunidades educativas en el estado?

[email protected]