Al cumplir un año, el gobierno de Mara Lezama empieza a dar respuestas contundentes en torno a la seguridad pública, en concreto hacia la lucha contra los homicidios. Las autoridades federales reportan que al cierre de octubre pasado, este delito registra una disminución en municipios tan importantes como Benito Juárez y Solidaridad, máximas potencias turísticas de México y Latinoamérica.

La inseguridad pública se ha convertido desde hace años en el máximo reclamo de los mexicanos hacia sus autoridades en cada uno de los estados del país, y Quintana Roo no es la excepción. Sin embargo, dentro de esta esfera, especialistas aseguran que el delito que más preocupa y que más lastima es el homicidio doloso, es decir, el intencional, el asesinato.

En la conferencia nacional de La Mañanera, Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), dio a conocer avances significativos en la lucha contra el crimen en Quintana Roo. Esta declaración, enmarcada en el contexto de la política de seguridad del gobierno actual, resalta el progreso en la disminución de los índices de homicidios en la región.

Y quizá las cifras cobran mayor relevancia a favor de la administración marista al considerar que la comparación se enfoca de diciembre de 2018 (cuando inició el gobierno de López Obrador) a octubre de este 2023, toda vez que durante el mandato estatal de Carlos Joaquín (2016-2022), los asesinatos mantuvieron una escalada ascendente año con año.

El incremento de crímenes fue sostenido durante esos seis años, hasta ahora, hasta este último año cuando se puede observar la disminución de homicidios.

Así, al comparar las cifras de diciembre de 2018 con las de octubre de 2023, se observa una notable disminución en las tasas de asesinatos. En Benito Juárez, los homicidios disminuyeron de 54 casos registrados en 2018 a 31 en 2023. Asimismo, en Solidaridad mostró una reducción significativa, pasando de 14 homicidios en 2018 a solo 5 en 2023.

Estas cifras no sólo representan un aliciente en la lucha contra la violencia, sino también reflejan el impacto positivo de las estrategias de seguridad implementadas en el estado de manera coordinada por los tres órdenes de gobierno.

Cierto, una sola muerte, un solo homicidio intencional es demasiado y Quintana Roo aún está lejos de echar las campanas al vuelo. No se pueden ni se deben dar declaraciones triunfalistas, pero tampoco se puede dejar de reconocer el trabajo por revertir los daños de la pasada administración joaquinista.

De hecho hay muchos que expresan: “El gobierno de Carlos Joaquín le abrió la puerta a los malos y a Mara Lezama le tocará sacarlos, en una misión que se antoja muy difícil”.

Y es cierto, ha sido difícil, pero se está logrando con base en un trabajo muy serio, con base en la práctica de operativos contra la trata de personas, del narcomenudismo, con base en la voluntad, talento y creatividad para disminuir los índices delictivos.

La recuperación de la seguridad que alguna vez se tuvo en Cancún, en Playa del Carmen, es una labor que nos atañe a todos a través de la cultura de la denuncia, a través del autocuidado, a través de la confianza hacia las corporaciones policiales y a través del cariño y respeto al estado, a su ciudad y a su gente.