Ya son oficialmente precandidatas a la presidencia de la república Claudia Sheinbaum, por la 4T; Xóchitl Gálvez, por el FAM; lo mismo que Samuel García, por Movimiento Ciudadano, quienes hoy arrancan este nuevo proceso que terminará el 18 de enero de 2024. Las precampañas tendrán una duración de 60 días y contemplan nuevamente recorridos por el país. 

Las autoridades electorales aprobaron que los participantes tendrán un tope de gasto máximo para las precampañas de 85.9 millones de pesos.

Por lo mismo, apuntó que vigilarán el cumplimiento de las normas de fiscalización y estarán atentos a que, tanto los partidos como quienes ostentan las precandidaturas, reporten gastos e ingresos.

Además, dato no menor, el árbitro electoral pide en que reivindiquen el pluralismo, la inclusión y la tolerancia, con un potente llamado a erradicar por fin todo tipo de violencia, especialmente contra las mujeres. En este párrafo se expresa probablemente el deseo de la sociedad y no solamente de sectores partidistas.

Las preguntas más comunes son dos: ¿Qué pueden hacer? y ¿qué no pueden hacer? El juez electoral ha sido claro al respecto: pueden recibir dinero de origen público y de origen privado; tener acceso a spots en radio y televisión que correspondan a los partidos en los tiempos del Estado; difundir propaganda de precampaña, y deben rendir informes al INE de sus gastos e ingresos, además de respetar el periodo establecido.

Asimismo, queda prohibido: realizar actos anticipados de campaña, como llamar al voto; comprobar o adquirir propaganda en radio y televisión; otorgar artículos promocionales utilitarios (excepto) materiales textiles como camisetas o gorras; participar simultáneamente en dos o más procesos internos de partidos (salvo convenio de coalición); gastar más del tope establecido, y que el dinero privado que reciban sea mayor al dinero público otorgado.

Son algunas consideraciones que deben tener en cuenta quienes participan en esta fase. Para no ignorar ni olvidar: un paso en falso y todo se cae.

Desorbitado

Destacó una nutrida delegación de mujeres y hombres quintanarroenses, liderada por la gobernadora Mara Lezama, que acompañó a Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México. Era lógico suponerlo con anticipación: en Quintana Roo se viven tiempos de transformación con mujeres a la cabeza, saben que su precandidata domina en las encuestas rumbo al 2024 y la oposición local un tanto opacada por la 4T no podía haber eclipsado el momento estelar de ayer.