Inmutable, la expectativa electoral

Quintana Roo no es uno de esos estados que suelan estar lejos de los promedios nacionales en cuestión...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Quintana Roo no es uno de esos estados que suelan estar lejos de los promedios nacionales en cuestión de elecciones: aquí, básicamente, podemos asomarnos a los estadios nacionales de preferencias medidos con más confiabilidad y verosimilitud para todo el país y estaremos muy cerca de tener una expectativa para la entidad, que sería casi una calca, sin que esto sea, claro está, un cartabón al que haya que ajustarse, descarando de antemano toda variante. Pero “muy casi”.

Ejemplo de lo anterior —es decir: de una variación notable con las ponderaciones a nivel país— pudiera ser el caso de Movimiento Ciudadano, partido en el que el viejo lobo de mar político Dante Delgado Ranauro, dirigente nacional plenipotenciario —por no decir franquiciador y franquiciatario único— ha preferido identificar objetivos de alta rentabilidad para ganar espacios reales en vez de soñar con que todos los mexicanos mueran en una noche y renazcan al otro día convertidos en votantes convencidos de su opción política, con éxitos tan notables como la segunda y la tercera entidades más importantes de México, y no pocas ciudades en ese concierto.

En Quintana Roo, para el Senado de la República, MC postuló al actor de telenovelas Roberto Palazuelos Badeaux, que a la popularidad inherente a las candilejas suma dos cualidades importantes: dentro de su cabecita de niño bonito no hay puro humo, sino cerebro: es un elocuente abogado, bien preparado, con un discurso inteligente, y es a uno de los que más se le ha visto trabajando a nivel calle en su campaña. Pudiera dar la sorpresa, pero de cualquier manera es más que probable que llegue a la Cámara Alta, pero lo más verosímil es que el Morena haga el 1-2-3.

En algunas alcaldías de la entidad, tal vez haya cierta competencia, pero no son tantas como para que el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador pierda la hegemonía, pues este es uno de los estados con mejores resultados para el oficialismo en todo el país, cimentados sobre todo en el centro-sur, especialmente en la capital, Chetumal, en donde a pesar del popularmente mal ponderado desempeño de la presidenta municipal Yensunni Martínez Hernández —uno de los peores de la historia— la lealtad a López y Lezama, amén de la falta de políticos medianamente competentes y competitivos en la oposición, hace que la encomienda de conservar el inmueble de la Alameda pintado de guinda sea más fácil que comprar un elote con crema y queso en la avenida de los Héroes.

¿Y qué pasa con las encuestas a nivel nacional? Nada, o prácticamente nada. Salvo algunos pocos notoriamente tergiversados o maiceados, los estudios demoscópicos arrojan resultados similares, y que prácticamente no han variado en meses: Claudia Sheinbaum Pardo, del Morena y adláteres, mantiene una ventaja sobre Xóchitl Gálvez Ruiz, de la oposición del PAN-PRI-PRD, que, apenas justo a dos meses de la elección presidencial, luce como irremontable.

Las diversas mediciones arrojan una ventaja que va más o menos del 10 al 20 por ciento, algo que, salvo el descubrimiento de un cadáver putrefacto en el clóset de la capitalina, no puede variar mucho. Al parrandero aspirante de MC, Jorge Álvarez Máynez, prácticamente es ocioso mencionarlo, pues no es más que, como cantara el inefable Javier Solís, una triste comparsa que solo aportará un puñado de curules plurinominales a MC en el Congreso de la Unión.

Este arroz ya se coció, donde “ya” quiere decir desde hace muchos meses, pues se necesitaría que la totalidad de los indecisos se sumaran a la causa de Xóchitl, aunque la experiencia electoral de México es que casi ningún ciudadano perteneciente a esta subespecie tiene una epifanía y decide súbitamente dejar el fútbol, las carnitas y las chelas e ir a la casilla correspondiente, pues cabe suponer que si no han decidido a estas alturas es porque no tienen ningún interés en la contienda.

El interés, en algunas latitudes, está únicamente en los comicios locales, pero se trata de viruelas locas, aunque para los líderes partidistas éstas sí son muy importantes —léase: económicamente muy importantes— y se dedicarán en consecuencia a los pocos espacios que realmente están en disputa.

Lo más leído

skeleton





skeleton