Decía Séneca que cuando un navío no sabe hacia dónde se dirige ningún viento le es favorable. Y nosotros, no estamos teniendo la claridad suficiente para darle al navío de la seguridad un rumbo claro, con un puerto al cual llegar.

No hay una estrategia de seguridad definida, por eso los resultados terminan siendo con buenas intenciones, pero endebles, insuficientes, con pocas luces y muchas sombras.

Una estrategia es un plan que establece una serie de pasos o de conceptos que tienen como fin la consecución de un determinado objetivo, en este caso, como lo plantea la actual administración lograr un estado en paz, un estado donde la gente pueda vivir y desarrollarse sin temor de ser víctima de un delito. La estrategia, en cualquier sentido, es una puesta en práctica de la inteligencia y el raciocinio.

No tenemos una estrategia de seguridad: tenemos una suma de políticas, en muchas ocasiones contradictorias, en otras complementarias, que no dan una estrategia. No puede hablarse de tener una estrategia de seguridad cuando, no saben qué hacer con tantos policías federales, estatales y municipales, que esta era una de las principales quejas de los gobernantes el no tener policías ahora que los tienen no saben qué hacer con ellos

No existe una vía para darle a las corporaciones policiales un perfil y unos mecanismos de operación y formación común en todo el estado.

Cómo se puede pensar que existe una verdadera estrategia cuando el Congreso de la unión desde el sexenio pasado les niega a soldados y marinos una ley que les dé seguridad jurídica en su accionar, Tampoco se ha querido legislar respecto al modelo policial, para que traemos 600 militares si no tienen libertad de acción con el nuevo sistema acusatorio.

Se debate sobre la legalización de la mariguana, pero no sobre la estrategia de seguridad en el país ni sobre el modelo policial; tampoco sobre el judicial; sobre el penitenciario ¿se puede garantizar la seguridad en el estado cuando no se puede controlar lo que sucede dentro de los penales o cuando se deja que éstos sean “gobernados” por los propios reclusos? No hay un solo debate sobre quién o quiénes deben ser los responsables de la información y la inteligencia del Estado, Es importante aclarar que los estados tienen derecho a establecer sus propios sistemas de inteligencia para poder implementar estrategias de seguridad y garantizar la paz del estado, ¿porque no se ha hecho? Tampoco sobre los recursos extraordinarios que se requieren para establecer una estrategia de seguridad realmente viable.

Lo que sí es muy notorio es que hay que dividir los delitos de fuero común que han ido a la alza; así como los del fuero Federal como son los ejecutados que aparecen día a día”.

La falta de coordinación entre las autoridades ha generado un vacío en donde los delincuentes han podido operar prácticamente de manera impune.

Lo más contradictorio del asunto es que ningún diputado local ha exigido como representantes populares darle una certeza jurídica a los Quintanarroenses para que puedan vivir en un ambiente tranquilo y seguro, sino más bien están más preocupados en sus revanchas políticas.