Tramo del Silencio, responsabilidad federal

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Lamentable e increíble nos resulta a muchos el enterarnos que conocidos o ciudadanía en general han sido víctimas de la delincuencia, tal vez no nos extrañaría si se refirieran a robos de casa habitación o cristalazos pero cuando se trata de asaltos con violencia en plenas vías de comunicación ya es de alarmarse.

Si bien la primera reacción que tenemos la mayoría es culpar al gobierno local en turno de todo los que sucede sin analizar antes otras posibles causas. Pues investigando un poco (la mayoría está en internet) nos enteramos que la centralización de las fuerzas federales por parte del presidente de México Andrés Manuel López Obrador tiene en jaque a la extinta Policía Federal Preventiva.

Aquí viene lo bueno, pues resulta que de 800 elementos que había hasta el 30 de noviembre del 2018 se llevaron del estado poco más 600 elementos de la Policía Federal. El 90% de las patrullas federales que operaban en carreteras en el estado y en zonas urbanas están estacionadas en los cuarteles. Pero eso no es todo ya que las patrullas federales que están en servicio tienen únicamente 40 litros de gasolina para operar en turnos de 24 horas.

Ahora creo que ya vamos entendiendo a que se debe la escasa presencia en el “Tramo del Silencio”. El 1 de diciembre del 2018 en virtud de que el gobierno federal no renovó la renta de las patrullas Charger tuvieron que ser devueltas más de 3000 de estas unidades en todo el país lo cual esta complican el trabajo de la policía federal en el estado.

Claro está, muchos diríamos que los estados y municipios deberían de patrullar las carreteras, suena lógico pero también recordemos que existen los límites y jurisdicciones y en este caso al ser carreteras federales compete a la federación su vigilancia. Sin embargo creo que con un esfuerzo entre municipios por ejemplo el de Felipe Carrillo Puerto y Tulum podrían designar dos patrullas (una por municipio) para que realicen recorridos de vigilancia hasta sus límites territoriales.

Lo cierto es que la falta de elementos y patrullas de la Policía Federal hoy transformada a Guardia Nacional está dificultando la vigilancia en las vías de comunicación no solo de Quintana Roo, sino de todo el país.

Hay que destacar que ejercicios administrativos como el de la renta de patrullas han sido realizados en diferentes momentos y administraciones, sin que se disponga de datos que permitan comparar si es mejor adquirir o rentar patrullas, más allá del aspecto económico, me refiero a los resultados en términos de indicadores cuantitativos y baja en la incidencia delictiva. Pero lo que sí es un hecho es que el indicar de asaltos con violencia en el “Tramo del silencio” es una realidad y mientras el gobierno federal este “resolviendo” otras situaciones nuestras carreteras están a la bendición de Dios.

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