La XVI Legislatura
Quintana Roo tiene 44 años como entidad federativa y ha tenido 15 legislaturas...
Quintana Roo tiene 44 años como entidad federativa y ha tenido 15 legislaturas; lo que significa que hasta ahora han desfilado por el Legislativo local 392 diputados; todas las etapas del desarrollo han sido importantes, pero a la XVI le corresponderá afianzar los logros alcanzados en la alternancia gubernamental, tarea nada sencilla en un estado cuya población –fundamentalmente del sur- ha aprendido a castigar con el sufragio a quienes considera no han respondido a las exigencias de desarrollo y la esperanza de un futuro mejor.
El viernes de la semana anterior inició formalmente el proceso electoral que desembocará el dos de junio, con las elecciones para renovar el Congreso quintanarroense, y este domingo fue el aniversario 44 de la Constitución estatal, motivo por el cual vale reflexionar sobre los retos que tendrán los 25 diputados que a partir de septiembre del presente año, tanto para mantener la gobernabilidad, como para la consolidación democrática, iniciada con la alternancia en 2016, cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió por primera vez la gubernatura y por segunda ocasión el Congreso local fue encabezado por un legislador no perteneciente a dicho instituto político –aunque el actual presidente, Eduardo Martínez Arcila, es el primero en no haber militado nunca en el PRI.
En el actual proceso electoral, por primera vez los diputados podrán optar por la reelección y la XVI Legislatura tendrá –también por vez primera- una Junta de Coordinación Política como órgano de gobierno, al determinar los actuales diputados la desaparición de la llamada Gran Comisión y determinando por acuerdo de todas las fracciones parlamentarias que entre en vigor para los próximos tres años.
Sobre la consolidación democrática, cabe recordar que, el actual gobierno estatal impulsó una campaña en la que el concepto de “cambio” fue central y así se identifica al grupo gobernante y legislativo, y en este 2018 la presidencia de la República fue ganada por el partido Morena, con Andrés Manuel López Obrador como su candidato, por ello serán las dos principales corrientes en disputa, a las que se suman la participación de dos partidos políticos locales nacientes y una cantidad importante de candidaturas independientes que pelearán por una curul a partir de abril en que comiencen las campañas.
Además de todo lo anterior, el desarrollo de los procesos locales y federales ha llevado a los partidos políticos a deshacer y conformar nuevas coaliciones; por ejemplo; el PRI, que durante más de 16 años contendió junto con el Partido Verde Ecologista (PVE), ahora postulará sólo a sus candidatos. A su vez, los “verdes” pudieran coaligarse con Morena y el Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD) es muy probable que compita cada uno por su parte, o por última vez juntos. ¿No le parece que todo cambia para que todo quede igual? Gatorpardismo.
Ese es el panorama local, esos son los –mismos- actores y una norma diferente para la asignación de las diputaciones de representación proporcional o plurinominales, pues ahora los primeros cinco candidatos que queden en segundo lugar podrán acceder a una curul. Así de cambiante y similar a la vez es el contexto; la decisión la tiene el demandante elector, que comience pues la competencia; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.