El huso horario, fin a una injusticia
Modificar el huso horario en Quintana Roo implica mucho más que un acto de justicia para más de un millón de habitantes de la entidad...
Modificar el huso horario en Quintana Roo implica mucho más que un acto de justicia para más de un millón de habitantes de la entidad, representa el fin de una mentira sostenida con base en el discurso convenenciero del gobierno de “unos cuantos para unos cuantos”, pero sobre todo, representa lograr el bienestar general y no el de una clase acomodada que ha hecho con el gobierno estatal lo que ha querido, cuando así lo ha deseado.
El coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN), Fernando Zelaya Espinosa, señaló que en los dos años de aplicada la medida nunca se demostró que hubiera beneficio alguno, declaración acorde con la ciudadanía que durante ese periodo vio incrementados los consumos en sus recibos domésticos. Los niños acudían de madrugada a la escuela, los campesinos –aun cuando su tradición de labor mañanera es conocida– y hasta los empleados de la zona hotelera de Cancún y la Riviera Maya, tenían que salir prácticamente de noche de sus viviendas, para trabajar para los impulsores de la medida (los hoteleros) que sostuvieron que ahorro sí había en sus edificios. Pues sí, pero no para la población en general.
Durante la administración de Roberto Borge Angulo el discurso fue mentiroso, no sólo del ex mandatario, también de los diputados federales que llevaron la propuesta de cambio de huso horario a los quintanarroenses (entre ellos se encuentra el actual coordinador de la fracción del Partido Revolucionario Institucional, PRI, en el Legislativo local, Raymundo King de la Rosa), juraron beneficios mayores, más llegada de turistas, más recursos, más ahorro en energía… nada ocurrió, sólo el contentillo de una clase empresarial que, por mantener a los turistas más horas en las playas, redujeron sus consumos eléctricos, pero todos los que habitamos la entidad turística más importante de México, padecimos el mal gobierno y sus convenencieras decisiones.
Al inicio de su administración, el gobernador Carlos Joaquín González fue cuestionado sobre sí impulsaría la modificación al huso horario; considerando que la medida fue impulsada por los integrantes de la Gran Comisión, presidida por Eduardo Martínez Arcila, y el coordinador panista en el Congreso local, puede entenderse la medida como un acto de co gobierno, como la respuesta del gobierno que prometió un cambio y, con actos como este, está cumpliendo; porque es diferente coordinarse para legislar en favor de la ciudadanía, que hacerlo con un Congreso en fuga para aprobar paquetes de impunidad. Visto en esa perspectiva ¿verdad que sí se nota un cambio?
Por último, faltará ver las reacciones del sector empresarial –el hotelero en específico–, pero los diputados, independientemente del destino que siga la medida en el Congreso federal, cumplen con una demanda ciudadana; por supuesto que importa el destino final, pero es reconocible la medida echada a andar y reconocerlo es necesario; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.