Tianguis turístico, la petición no concedida
La edición 44 del Tianguis Turístico de Acapulco parece no haber sido afectada aun por el recorte...
La edición 44 del Tianguis Turístico de Acapulco parece no haber sido afectada aun por el recorte presupuestal instrumentado por el gobierno federal, las cifras preliminares muestran incluso récords históricos con la participación de 45 países, pero lo cierto es que el evento que inició hoy domingo y que concluirá el próximo miércoles, puede entenderse sólo como la inercia de todo lo que hasta ahora se ha hecho, por ello el evento sirvió para que los gobernadores del país y el sector privado lanzaran un reclamo generalizado al mismo presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, para que regresen los recursos para la promoción de los destinos nacionales.
No hubo en esta ocasión referencia a la necesidad de atender otras problemáticas, como la arribazón de sargazo o la seguridad –aunque el presidente mencionó los esfuerzos que se realizan-, pero los gobernadores hablaron fuerte y de frente, pues el mecanismo de fomento por excelencia del turismo es la promoción y es precisamente la asignatura pendiente de la presente administración federal, dado que, para el año 2019, los recursos para dicha actividad fueron literalmente cancelados, dejando en los hombros de los gobiernos locales la tarea que aporta, sin embargo, es casi el diez por ciento del Producto Interno Bruto de este país.
En el marco del tianguis, que celebra este año su 44 edición, la Comisión Ejecutiva de Turismo de Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) sesionó en Acapulco, una reunión bastante crítica en la que los mandatarios recordaron al titular de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués, esa severa reducción presupuestal a los órganos encargados de la promoción; ante lo cual el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, aseguró que el tema se ha convertido ya en una preocupación compartida, pero los gobiernos locales han respondido a ello con una mejor organización regional, para poder ofertar de manera conjunta los destinos con que cuentan.
En un tono mesurado, pero firme, el llamado se hizo también presente en el acto de inauguración, pues el presidente de la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteles, Luis Barrios Sánchez, pidió directamente al presidente López Obrador que el proyecto del Tren Maya no genere un abandono de la promoción turística del país, “quien no anuncia no vende”, le dijo al tiempo de reconocer el ingenio presidencial para construir frases que han quedado en el imaginario colectivo.
Por cierto, respuesta sí hubo, pero no precisamente la que esperaban los asistentes al evento, pues en su discurso en la inauguración el secretario Torruco Marqués, aseveró que la participación de México en las principales ferias de turismo continuará, 55 en específico “con una diferencia fundamental, sin costo alguno para el erario público”, asegurando que el rol del gobierno será seguir siendo un facilitador de la actividad.
En términos llanos, significará que el gobierno se adjudicará el éxito en el turismo sin aportar dinero alguno para su fomento. Bueno, pues respondidos están.
Es de destacar que, en el evento, Quintana Roo tiene el pabellón más grande, con 800 metros cuadrados de espacio y se tienen concertadas unas cuatro mil citas de negocios. Se recibirán además los distintivos “Mejor Playa 2019” y “Mejor Experiencia de Aventura.” En este espacio el escribiente lo ha dicho, el turismo funciona bien a pesar de los gobiernos, pero estos son los primeros en adjudicarse el éxito de la actividad, aunque de manera constante le reduzcan presupuesto.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuatro años fueron de reducción presupuestal constante; ahora desde el inicio de la gestión de la Cuarta Transformación republicana se han cancelado recursos fundamentales para promoción, y no parece haber evento o reclamo suficiente para que la administración federal rectifique; ojalá los indicadores no se desplomen para 2020, porque levantar la actividad turística ha implicado décadas de trabajo y cinco millones de mexicanos viven directamente de ella; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.