La Comisión Estatal de Arbitraje Médico es un parto obligado en la actual Legislatura, cuya circunstancia histórica la obliga a entregar resultados a la altura de las expectativas que ha alimentado. No valen excusas en esta ocasión porque el PRI ya no puede obstaculizar gran cosa, excluido de la Gran Comisión del Congreso y desterrado de la gubernatura.

Los integrantes de la Comisión de Salud y Asistencia Social son del PRD, PAN y Morena; la presidenta es la perredista Laura Beristain Navarrete, quien tiene que llevar la batuta para el diseño de una Comisión de Arbitraje que tanto incomoda a la mayor parte de nuestros galenos, quienes se oponen al resurgimiento de un organismo tan reclamado por familiares de los pacientes que pierden la vida por aparente negligencia, en hospitales del sector público y en clínicas privadas.

La Secretaria de esta comisión de Salud es la panista Gabriela Angulo Sauri, y el Vocal es otro panista: Fernando Zelaya Espinoza; completan la alineación los Vocales Silvia Vázquez Pech (Morena) y Emiliano Ramos Hernández, perredista integrante de la Gran Comisión.

A simple vista los integrantes de esta Comisión saben tanto de salud como de trigonometría, pero aquí deben entrar en acción los costosos y ociosos asesores. Lo único prohibido es dejar la labor de parto a la próxima Legislatura; sería una irresponsabilidad imperdonable.

                              Marginan a diputados federales del PAN y PRD

En la reunión suprema del reciente cinco de abril entre el gobernador Carlos Joaquín González y el Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong –incluidos mandos estratégicos en la lucha contra el crimen–, no faltó el ingrediente partidista orientado tan discreta como eficazmente por el gobierno federal.

La invitación sería girada a representantes de la sociedad –incluidos empresarios–, lastimados y preocupados por las oleadas delictivas tan agresivas y letales. Pero la Secretaría de Gobernación se encargó de invitar a los diputados federales del PRI y dejó fuera de la jugada al PAN y PRD, partidos que postularon a Carlos Joaquín. Los Tricolores –con la humillante casaca de oposición en Quintana Roo– fueron colocados en posiciones estelares, para un lucimiento que mucho necesita el partido en la Presidencia.