La política y el chantaje de siempre

El proceso electoral quintanarroense ha mostrado a los diversos actores...

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El proceso electoral quintanarroense ha mostrado a los diversos actores de todos los partidos políticos en su entera naturaleza y en su profunda “convicción” democrática, pues prácticamente todos los que no alcanzaron las candidaturas que buscaban han buscado “mecanismos compensatorios” que les permitan seguir beneficiándose de la acción pública; nada raro, ciertamente, pero ¿no eran aliados del cambio democrático estatal?

Desde Othón P. Blanco, la sureña capital quintanarroense, hasta el norteño Benito Juárez, que alberga a Cancún, el desarrollo turístico más importante de Latinoamérica, políticos de todos niveles chantajearon a sus respectivos partidos políticos para mantener los privilegios que han obtenido en su trayectoria y, aunque no pueda afirmarse que los seleccionados sean mejores –ya sabe el lector, no hay mucho de dónde escoger-, lo que sorprende es que los chantajistas de ahora se erigieron en 2016 como políticos diferentes, como agentes del cambio, como entes transformadores de la vida política estatal, esa que les resultaba tan detestable y a la que prometieron desterrar para siempre.

Parece entonces que el cambio no los ha alcanzado a todos, a una semana de iniciadas las campañas federales y a días de venza el plazo para el registro de las planillas para la renovación de los once ayuntamientos quintanarroenses, siguen las amenazas de ruptura en todas las coaliciones conformadas, continúan los “agandalles” de espacios por parte de algunos partidos, el dirigente estatal del PES, Gregorio Sánchez Martínez, pidió al órgano electoral local dar por concluida la participación de su partido en la coalición “Juntos Haremos Historia”, pues postulará candidatos propios y el sábado por la tarde, Emiliano Ramos Hernández e Ivanova Pool Pech, diputados –uno local y la otra federal- del PRD, aseguraron que no apoyarán la candidatura de José Luis Toledo Medina en Benito Juárez.

Los reconocidos perredistas, que realizaron una “asamblea informativa” con tintes de protesta con varios cientos de aplaudidores, aseguraron que no abandonan el partido, pero no participan en esa campaña, el dirigente perredista estatal, Jorge Aguilar Osorio, les dijo ese mismo día a través de medios de comunicación que, si querían irse, tenían las puertas abiertas; pero así como en el PRD las quejas están en todos los partidos, en la oposición las cosas no andan mejor, en el PRI las renuncias a las estructuras y militancia son cosa de todos los días; en fin, que para los actores políticos la democracia existe sí y, sólo sí, los  beneficiados son ellos.

Y así con todo, las campañas avanzan mientras las coaliciones y partidos se desmoronan, si ya de por sí lucían poco competitivos, para las elecciones intermedias de 2019 pocos son los que llegarán con capacidades de colocar diputados en las curules locales, siendo el escenario ideal para los dos partidos locales que surgirán a finales de este mes de abril, pero ¡oh sorpresa! Que esos institutos políticos para nada se integran por actores políticos emergentes, sino por integrantes de la misma rancia clase política local. Cosas de la democracia nacional. Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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