Las 11 Lili Campos

Ya en las postrimerías del proceso electoral, en el que sólo falta que los ganadores rindan protesta...

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Ya en las postrimerías del proceso electoral, en el que sólo falta que los ganadores rindan protesta, aún existen ciertos sinsabores, ciertas preguntas que con seguridad quedarán sin respuesta.

Una de ellas es sin duda –en el caso de Quintana Roo- la derrota de la aún presidenta municipal de Solidaridad, Lili Campos.

Este dejo de amargura que aún hoy resulta difícil de digerir para más de uno en ese municipio, tal vez no obedece al triunfo del Verde Ecologista y su aliado Morena (queda claro que en la democracia se gana y se pierde), sino a dos asuntos muy puntuales: La diferencia de 18 puntos entre la ganadora y el segundo lugar, y cómo de la noche a la mañana todo cambió, cuando no pocos suponían que la abanderada del PAN-PRI obtendría el triunfo de manera holgada.

Analistas políticos, en pláticas con este escribiente, destacan teorías que van, desde la numerosa población tabasqueña y chiapaneca que radica en Solidaridad (fervientes seguidores de AMLO), hasta la ya muy conocida estrategia del Verde Ecologista que dicta algo así: “Las elecciones se ganan el día de las elecciones” y eso, dicen, es a través de acciones que ya no tiene caso mencionar.

Lo cierto es que “haiga sido como haiga sido” (léase Felipe Calderón), hoy la ganadora es Estefanía Mercado y así lo dicta la constancia de mayoría, entregada por la autoridad electoral.

Muy pronto –según los analistas- la política verde ecologista tendrá que asumir el cargo y llenar unos zapatos muy grandes que habrá dejado su antecesora, medirse con una vara muy alta que, hacemos votos, ojalá la alcance.

De hecho, los estudiosos de la política local, inmersos aún en el extrañamiento, sostienen que “si en Quintana Roo hubieran 11 Lili Campos, cada una presidiendo igual número de municipios, esta entidad sería otra, sería ejemplo nacional en muchos rubros. Pero no fue así y literalmente le han cortado las alas.

La aún presidenta municipal, recuerdan, se había consolidado como una especie de “marca propia”. Según las encuestas, contaba un nivel de aceptación por encima de cualquier político y de cualquier partido, al grado que, si bien Morena se encontraba muy bien posicionado en Solidaridad, el nivel de Lili Campos estaba por arriba, claro, incluyendo también a los partidos que representó: PRI y PAN.

De ahí que no terminan de digerir el resultado.

“Hace tres años pocos creían que Lili Campos ganaría la elección debido al sello de joaquinista que tenía en la frente, es decir, representaba al grupo del peor gobernador que ha tenido el estado en la historia (junto a Joaquín Hendricks)”, agregan.

Resaltan que una vez en el cargo, Campos Miranda sorprendió a propios y extraños con trabajo, talento, decisión y creatividad. Primero puso orden en la policía, aumentó el número de agentes y de patrullas ¡ella misma les dio clases! Realizó obra, brindó más servicios y hasta dobló a la concesionaria de agua como ningún otro mandatario se ha atrevido, con el objeto de garantizar el servicio a todos los solidarenses.

Atendió a la gente, a los empleados de gobierno, a las comunidades rurales, a los empresarios, al turismo. Brindó consultas médicas gratuitas, y una serie de esfuerzos y labores…

En fin… por el bien de la gente de Solidaridad, esperemos que Estefanía Mercado iguale y supere lo realizado por su antecesora, porque siempre le irá bien a una población, si a su gobernante le va bien.

Ahí queda la forma en que el voto y el poder pasaron, como la fruta y las verduras: De los campos al mercado.

“¡Pásele, pásele..!”

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