El domingo en la noche, en entrevista para la televisión peninsular, el secretario de Finanzas y Planeación de Quintana Roo nos aseguró que tanto las placas del cambio como el software para la administración pública estatal contaban con procesos de licitación. En el caso de las identificaciones metálicas para los vehículos para cada lote o pedido –se tiene que solicitar varios, pues por ley no puede hacerse una sola compra– se llevaría a cabo un concurso. El paquete de cómputo todavía no se adquiere, pero Juan Vergara Fernández nos aseguró que antes de la compra habrá una puja transparente de posibles proveedores.

Al otro día –ayer, lunes– apareció en un periódico de circulación nacional una nota en la que se acusa a Vergara de haber asignado de manera directa las mencionadas adquisiciones, como si se tratara de un negocio personal, como si las licitaciones fueran un cuento o se tratara de fantasmas.

La información venía del terrateniente Carlos Mimenza Novelo, que so pretexto de denunciar la corrupción de los precedentes sexenios de Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, luego de mostrarse muy favorable al actual gobernador Carlos Joaquín González ha llevado a cabo una costosa campaña contra su gestión, que a muchos ha parecido por demás sospechosa, pues los susodichos gobernadores priistas en su momento lo beneficiaron con jugosos negocios, especialmente en la adquisición de terrenos a muy bajo precio.

Socio, amigo y casi hermano de los exmandatarios priistas precedentes, Mimenza habría invertido una cuantiosa cantidad en la fallida candidatura de Mauricio Góngora Escalante que pretendía recuperar, pero al no lograrlo decidió convertirse en un paladín anticorrupción y exigir castigo para los abusivos gobernantes, mas con sus campañas en redes sociales pronto vio la oportunidad de manipular y chantajear también a Carlos Joaquín.

Una publicación de la prestigiada abogada y periodista Fabiola Cortés Miranda, presidenta de Somos Tus Ojos e incansable activista contra la opacidad y la corrupción frente a los regímenes felixista y borgista, dejó muy claro que el adinerado empresario está metido hasta las cachas en los mismos negocios sucios hechos al amparo del poder que denuncia en sus videos y que además es un extorsionador capaz de amenazar e intimidar cuando siente que sus trapos sucios o los de sus amigos pueden salir al sol.

Fabiola Cortés dio a conocer grabaciones de audio en donde se escucha a Mimenza pedir primero y amenazar después para que un amigo y socio suyo no fuera mencionado en las denuncias de la periodista sobre una transacción ilegal y corrupta en Cozumel.

De las revelaciones de Cortés, de impecable prestigio y plena confiabilidad entra la opinión pública estatal y hasta nacional. quedan claros dos hechos: primero, el 5 de enero pasado Mimenza pidió a la presidenta de Somos Tus Ojos retirar de una demanda la mención de un prestanombres de Roberto Borge, Alberto Sierra Sauri, hijo de la exgobernadora de Yucatán Dulce María Sauri Riancho, por el caso del hotel Westin Cozumel, amenazándola con demandarla a través de un bufete “de 500 mil dólares”. Segundo, el latifundista de la Riviera Maya es exhibido asegurando que tenía “proyectos” con Carlos Joaquín, presumiendo de una excelente relación que ayer, en la prensa nacional y otros medios de la Ciudad de México, se convirtió en duros –aunque falsos y fatuos– señalamientos contra su gobierno, en la persona del responsable de las finanzas estatales Juan Vergara.

La verdad es que las publicaciones de Fabiola Cortés a través de su portal NoticaribeNews Transparencia pintan al pillo Mimenza de cuerpo entero, y explican por qué cambió de la escena local a los medios capitalinos, a pesar de ser corrido con cajas destempladas por comunicadores como Carmen Aristegui que, hace algunas semanas, se dieron cuenta de que se trataba de un oportunista locuaz y maniaco buscando extorsionar al gobierno estatal.

Nada nuevo, pues.