Estoy muy positivo acerca de México, dice Michael Roberts, CEO de HSBC North America. “México se ha vuelto mucho más importante en la cadena de valor de Estados Unidos, pero también en las cadenas de empresas de Europa y Asia. El papel que está jugando México en los planes de muchas empresas es cada vez más relevante. Además, estamos viendo cómo están creciendo empresas mexicanas que ya eran grandes y ahora son jugadores globales. Para nosotros, estos son factores que nos llevan a pensar en reforzar nuestra apuesta por México”. 

México seguirá siendo un beneficiario de las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, considera este banquero que empezó a trabajar en el sector en 1986 y asumió la dirección de HSBC en América del Norte en el 2019. “Pensamos que la geopolítica y la economía está a favor de México y que en los próximos años veremos un crecimiento mucho más alto de lo que hemos visto. El principal factor es el nearshoring, pero no podemos subestimar otros aspectos. México es muy competitivo frente a muchos países, incluyendo China. Además, es una nación amigable, con vínculos muy fuertes con Estados Unidos, incluyendo cercanía y afinidad cultural”.

La historia de los cambios de sexenio en lo que va del siglo, y poco más, muestra que con reformas o sin reformas, en la mayor parte de las transiciones se ha presentado un freno o incluso caída de la inversión.

Como se observa a lo largo del tiempo, hay una regularidad (con la única excepción del arranque del sexenio de Calderón) en el freno de la inversión en los primeros meses de una nueva administración que, a veces incluso, comenzó tras conocerse el resultado electoral. No sería extraño que eso ocurriera de nuevo en este año y en el comienzo del 2025.

Y, no podría atribuirse específicamente a las reformas del plan C, sino a las circunstancias de incertidumbre que usualmente trae consigo un cambio de administración. En esta ocasión, la ansiedad también podría ser producida por el impredecible resultado de las elecciones en Estados Unidos.

Hoy, sin embargo, como una fuerza que puede operar en sentido contrario y evite una caída más fuerte de la inversión, está el proceso de nearshoring. Aunque no se está reflejando en volúmenes crecientes de nueva inversión foránea, sí lo está haciendo en una demanda creciente de inmuebles industriales en zonas del norte, del Bajío y del occidente del país, principalmente.

Pero, también hay que considerar el riesgo de que no sea la reforma judicial la que en sí misma genere incertidumbre, sino la posibilidad de una confrontación más directa entre la Corte y los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Los signos que se han visto esta semana parecen indicar que no vamos hacia allá y que, por lo pronto, quizá ya se descontó el efecto inicial de la reforma judicial. Tal vez vaya a ser necesario conocer más detalles del proceso de elección de juzgadores y que empiecen a surgir los primeros nombres de los aspirantes a los cargos clave, para ver un segundo orden de efectos.

Mientras tanto… la viabilidad económica de México pende de un hilo.

El control estatal de internet: un paso más a la dictadura

En estos momentos hay una reforma que busca convertir a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos en una empresa pública, algo que puede ser positivo para muchos usuarios, pero en realidad es un peligro que pone en riesgo el balance de este mercado en México.

De hecho, la Cámara de Diputados aprobó la semana pasada -con 353 votos a favor y 122 votos en contra en lo general- la reforma para convertir a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (CFE TEIT) en una empresa pública.

La iniciativa busca elevar el internet a un nivel constitucional al tratarse de un servicio “estratégico para el Estado, al igual que la electricidad para evitar que una parte de la población, por razones económicas, carezca de este instrumento fundamental para la educación”. Pero, para llevar el servicio, el proyecto de reforma requiere que CFE TEIT deje su estatus estatal para convertirse en una empresa pública.

De acuerdo con Rocío Villanueva Cordero, presidenta de la Asociación Mexicana de Operadores Móviles, si CFE Telecom se convierte en una empresa pública, esto pondría en riesgo a otros competidores, los cuales no pueden igualar los precios bajos de internet y telecomunicaciones que la CFE ofrece en estos momentos. Esto fue lo que comentó al respecto:

“Se están presentando problemas y estamos trabajando porque es una línea muy delgada que marca ese equilibrio. Si no se controla a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos podría afectar y romper el mercado que estamos teniendo porque hoy es sin duda es un servicio que nosotros vendemos y él regala”.

Gracias a que la CFE Telecom no paga la red de Altán debido al convenio que tiene con la empresa, después de haberla rescatado de la quiebra con una inyección de más de 4 mil millones de pesos de los impuestos que usted y yo pagamos, muchos han señalado que una reforma para convertirlo en una empresa pública sería anticompetitivo, puesto que el resto de los operadores necesitan invertir en el arrendamiento de infraestructura, el capital humano necesario, equipos tecnológicos, y otros aspectos de los CFE no tiene que preocuparse.

Desde hace tiempo, la CFE Telecom ha ofrecido servicios mucho más bajos, e incluso ha regalado internet, algo que otras compañías no pueden hacer si desean mantener en el rango competitivo.  Solo nos queda esperar para ver qué sucederá con este caso en México. En temas relacionados, la CFE remata su internet a menos de $100 pesos.

La International Chamber of Commerce México (ICC México) advirtió que la modificación de la naturaleza jurídica de las empresas estatales amenaza las inversiones, la innovación y la protección al consumidor en la industria de las telecomunicaciones.

“Respaldamos que hay una reforma que promueva el acceso universal al servicio de internet, pero subrayamos la importancia de hacerlo sin comprometer la neutralidad de competencia en el sector. Consideramos indispensable que se brinden garantías claras a la industria”, dijo la ICC México en un comunicado de prensa.

Para la International Chamber of Commerce México declarar el acceso a internet como una actividad estratégica podría excluir a otros operadores del mercado, beneficiando de manera desproporcionada al proveedor estatal y perjudicando en última instancia al consumidor final.

“Si bien la participación del Estado es legítima, esta debe ocurrir en condiciones de igualdad, sin subsidios o ventajas que distorsionen el mercado”, advirtió.

La Asociación Mexicana de Operadores Móviles también ha expresado su preocupación por el cambio de la figura jurídica de CFE TEIT. La entidad dijo a Expansión la aún estatal ha operado en los últimos dos años con ventajas a través de tarifas que se ubican muy por debajo del mercado, gracias al convenio de compartición de infraestructura y de ingresos que tiene con Altán Redes. Pero esto ha traído como resultado complicaciones para replicar los precios por los grandes operadores y para proyectos autogestivos que se consideraban como la única opción para sitios remotos.

A esto se ha sumado la desobediencia de la estatal de ofertar servicios donde tiene claras restricciones como parte de su concesión.

“Se están presentando problemas y estamos trabajando porque es una línea muy delgada que marca ese equilibrio. Si no se controla a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos podría afectar y romper el mercado que estamos teniendo porque hoy es sin duda es un servicio que nosotros vendemos y él regala”, advirtió la presidenta de la Asociación Mexicana de Operadores Móviles.