Le urge a Q. Roo una feria de altura

Quintana Roo es un estado multicultural y no es ajeno a la organización de ferias, aunque en su mayoría...

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Quintana Roo es un estado multicultural y no es ajeno a la organización de ferias, aunque en su mayoría, por no decir casi todas, están relacionadas a temas religiosos, aunque también hay algunas dedicadas a cultivos de frutas y otras manifestaciones culturales que les dan identidad y pertenencia.

Exceptuando a los municipios Puerto Morelos y Tulum que no tienen una festividad de feria como tal, el evento con mayor tradición es la Feria de la Santa Cruz o de El Cedral que se celebra el 3 de mayo en Cozumel; le sigue la de la Frontera Sur, que se lleva a cabo en Chetumal en el tercer cuatrimestre del año, mirando en retrospectiva le sigue la Expomor, que tiene lugar en el municipio José María Morelos en el mes de marzo, la Feria a la Virgen del Carmen en la cabecera municipal de Solidaridad en julio. En Isla Mujeres, la Feria de Rancho Viejo dedicada a la Virgen de Fátima en el mes de mayo.

Hace algunos años, en Cancún se organizaba en un sitio exprofeso una feria enfocada a la distracción de la comunidad; en Kantunilkín se lleva a cabo la Feria en honor a San Isidro Labrador en el mes de mayo; Bacalar, la Feria de San Joaquín en el mes de agosto, es también una tradición. El municipio Felipe Carrillo Puerto, las comunidades rurales registran varias fechas y todas relacionadas a Santos de la religión católica.

Como se puede ver, apreciable lector, las ferias que tienen lugar en el territorio estatal son catalizadores de la comunidad, las define y les muestra para atender sus necesidades propias, sirven de entretenimiento local.

Sin embargo, con la excepción de la de Cozumel, las demás ferias, hasta el momento no han logrado alcanzar un rango destacado y en ello es evidente entusiasmo pero mucha improvisación y lo más importante, presupuestos reducidos por lo que hacen lo que se puede sin mayor expectativa.

Este año, ahora con el semáforo epidemiológico estatal en color verde, se han llevado a cabo las ferias con las restricciones que las propias medidas sanitarias imponen y el poco presupuesto que disponen; está en puerta el evento de Bacalar y el de Chetumal, los cuales se están organizando del mismo modo con el que se han hecho en fechas anteriores a la pandemia.

El punto al que me quiero referir con estas líneas es que ya es necesario, es impostergable, que las autoridades municipales que se responsabilizan de la organización de estos eventos, elaboren una estrategia que permita un lucimiento mayor de las mismas, de modo tal que estas sean al mismo tiempo una distinción que se pueda aprovechar turísticamente y también espacios culturales generadores de identidad y sentido de pertenencia.

En Chetumal siempre se ha mirado como aspiración llegar a tener algún día, el brillo de la Feria Xmatkuil en Yucatán, se ha comentado en los trienios, pero no se ha puesto manos a la obra y lo inmediato que se les ha ocurrido a las autoridades municipales, es que para llegar a ese nivel se tendría que cobrar la entrada a un evento que desde que nació, éste ha sido gratuito y ahí nadie le quiere entrar.

Ahora que la reactivación de la dinámica económica están haciendo posible la organización de eventos masivos, sería muy oportuno que quienes tienen en sus manos las decisiones sobre la planeación de las festividades arriba identificadas, dediquen atención al tema, principalmente para promover identidad y pertenencia en municipios del Norte de la entidad, en la que convive un mosaico de diversas culturas. Espero, querido lector compartamos la opinión, pero sobre todo espero que las autoridades hagan la parte que les corresponde. Hasta la próxima semana.

Imagen: Redacción

MARCO A. DE JESÚS LOZANO OCMAN
[email protected]

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