Lo ‘peor’ de la inflación se acerca: Banco de México pronostica alza hasta 8.1%

El panorama de la inflación no es nada alentador y para prueba de ello están los nuevos pronósticos...

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El panorama de la inflación no es nada alentador y para prueba de ello están los nuevos pronósticos que el Banco de México hizo el jueves sobre que el índice puede tocar un máximo desde enero de 2001. 

El Banco Central prevé que el Índice Nacional de Precios y Cotizaciones (INPC) cierre el actual trimestre en 7.8 por ciento, un pronóstico bastante atinado si nos atenemos al último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 

El organismo reportó que la inflación se ubicó en 7.88 por ciento en la primera quincena de junio, como producto de las presiones en el aumento de los precios de la papa y otros tubérculos, pollo, electricidad, refrescos envasados y naranja. 

El Banco Central actualizó también su pronóstico para el tercer trimestre del año que pasó de 7 a 8.1 por ciento. Si esto se cumple, la inflación en México alcanzaría su mayor nivel desde enero de 2001, cuando se colocó en 8.01, según datos del Inegi. 

¿Cómo se prevé que será el cierre del año? El Banxico pronostica que la inflación cerrará en 7.5 por ciento, lo que también es una actualización al alza dado que apenas a inicios de junio, el Banco Central ratificó su pronóstico de 6.4 por ciento. 

Para 2023, el Banco Central calcula que la inflación se desacelere a 6.5 por ciento en los primeros tres meses y se ubique en 4.4 por ciento en el periodo abril-junio. Será hasta el tercer trimestre de 2023 cuando el Banco de México calcula que la inflación regrese a su rango objetivo, es decir, 3 por ciento +/- un punto porcentual.

Reforma laboral e inclusión, ¿existen avances?

La reforma laboral logró un sentido incluyente y de perspectiva de género “al deshacerse de ese manto protector” del Poder Ejecutivo y pasar la justicia del trabajo al Poder Judicial, pues éste se ha alineado más pronto a las luchas de las mujeres, las personas no binarias, las disidencias sexuales y otras poblaciones vulnerables, dice Alix Trimmer, laboralista feminista.

El nuevo modelo de justicia del trabajo, con centros de conciliación y tribunales laborales, ya se está implementando en 21 estados del país. Y partir del 3 de octubre entrarán en funciones en las 11 entidades restantes, entre ellas, la Ciudad de México. 

Para Susana Casado, funcionaria de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la perspectiva de género en la reforma se encuentra en la obligación de los sindicatos a incluir a mujeres en sus directivas y en que las empresas cuenten con un protocolo de atención a la violencia, acoso y hostigamiento, sostuvo en un foro convocado por la embajada británica. 

Definitivamente hay un avance dice, Alix Trimmer. En entrevista, recupera la memoria histórica del derecho laboral en el país y detalla: “Éste surgió en un contexto bélico, que fue la Revolución Mexicana”, y cosas más patriarcales que la guerra hay pocas. Su origen se ubica en un tiempo en el que la sociedad era estructuralmente “más machista”, explica. 

El mundo del trabajo estaba identificado principalmente “con el hombre cisgénero, heterosexual” y sin discapacidad. “Y lo que no cupo en esa cajita, simplemente quedó fuera de la protección de la ley”. La palabra cisgénero se refiere a las personas que se sienten identificadas con el género que les fue asignado al nacer. 

Desde la segunda década del siglo pasado, cuando surgió el derecho laboral en México y fue algo novedoso en el país y a nivel mundial, poco a poco las poblaciones excluidas han logrado que algunos de sus derechos sean reconocidos. 

Pero aunque las normas puedan modificarse, “lo relevante es generar un cambio en las conciencias y, con ello, un cambio social. Ahí es donde deben estar centrados nuestros esfuerzos como profesionistas jurídicos, como activistas”, y del Estado en su conjunto, considera la abogada. 

El Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) está compuesto por una buena parte de mujeres, según Susana Casado, directora general de capacitación y Difusión para la Reforma al Sistema de Justicia Laboral de la STPS. 

El 62% del personal conciliador es mujer y el 43% de las plazas para ejecutar notificaciones, también. En los tribunales laborales federales hay paridad de género. A nivel local, el 56% del personal conciliador y el 47% de titulares de los juzgados son mujeres. 

La proporcionalidad de género en las directivas de los sindicatos es otra medida con perspectiva de género y así lo explica la funcionaria: “si una empresa tiene 100 trabajadores y 30% es mujer, en consecuencia, su directiva sindical estará compuesta por esa proporción”. 

Pero debido a que los sindicatos determinan cómo distribuyen las carteras, “mayormente las colocan en la comisión de género o en la organización de actividades secundarias. Es uno de los grandes retos, que las mujeres se sitúen en las comisiones de finanzas, de gobierno, en aquellas donde se encuentra el corazón del sindicato”. 

Y para frenar la violencia de género en el trabajo las empresas están obligadas “a implementar un protocolo para prevenir discriminaciones, atenderlas y evitar que las personas sean despedidas por embarazo, por su orientación sexual o identidad de género”. Así como para atender casos de acoso y hostigamiento. En abril pasado, fue aprobado el Plan de acción para incorporar la perspectiva de género en la instrumentación de la reforma laboral, informa.

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