Lo que pasa en la frontera, no se queda en la frontera

Contrario a lo que sucede en Las Vegas, lo que pasa por la frontera entre México y los Estados Unidos, no se queda ahí.

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Contrario a lo que sucede en Las Vegas, lo que pasa por la frontera entre México y los Estados Unidos, no se queda ahí, sino que tiene un inmenso impacto, mucho más allá de la región fronteriza. Esto es algo que me quedó muy claro después de dos días de participación en el XXVI Foro Ambiental Fronterizo, que se llevó a cabo esta misma semana en la ciudad de San Antonio, Texas, convocado por el North American Development Bank (NADBank).

En su participación, la señora Caroline Mays, Directora de Planeación y Programas Modales del Departamento de Transporte de Texas, presentó entre muchos otros interesantes datos, una diapositiva con la contribución que tiene el comercio bilateral en la frontera entre Texas y Mexico, en el PIB estatal de todos los estados en Estados Unidos y nuestro país, y ahí se observa claramente cómo el impacto de los negocios que cruzan por el río Bravo, se distribuye amplia y sustancialmente hacia todos los rincones de ambas naciones y hasta con el tercer socio comercial en el TMEC, Canadá.

Y vigilar que todo o gran parte de este volumen de intercambio económico y de negocios sea sostenible para contribuir en la lucha contra el cambio climático, es uno de los principales objetivos del Banco de Desarrollo de América del Norte.

NADBank fue establecido en 1994 con el propósito de financiar proyectos de infraestructura que preserven, protejan o mejoren el medio ambiente, para el bienestar de los residentes de la región fronteriza.

Es propiedad a partes iguales, de los gobiernos de México y de Estados Unidos. Apoya proyectos de infraestructura sostenible que previenen, controlan o reducen los contaminantes del aire, mejoran la cantidad y calidad del suministro de agua potable, y protegen la flora y la fauna.

Sirve a entidades públicas o privadas, ya sea de manera directa o a través de intermediarios financieros, en proyectos que se encuentren a 100 kilómetros por arriba de la frontera, o a 300 km por debajo de ella, destinados a la mitigación y la adaptación al cambio climático en temas como agua, gestión de residuos, calidad del aire, energía limpia y renovable, ciudades sostenibles y producción sostenible.

El Foro Ambiental Fronterizo contó con la participación de los embajadores Ken Salazar y Esteban Moctezuma y un amplio equipo de colaboradores suyos, influyentes alcaldes y legisladores de ambos países, y una gran cantidad de expertos en agua, urbanismo, tecnologia, marco regulatorio, energía, inversiones, logística, cambio climático, y otros temas en los que el denominador común es el tremendo impacto positivo que la frontera genera para toda América del Norte.

NADBank es uno de los mejores ejemplos de que el desarrollo económico, el bienestar de las personas y el combate al cambio climático, son juntos, multiplicadores y diseminadores de beneficios que llegan muy lejos, más allá de la frontera en la que aparentemente concentran sus acciones, y demuestra lo peligroso que resultaría para un país, minar la fortaleza del T-MEC por tontos caprichos.

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