En el marco de las celebraciones se asoma ya el carnaval, principalmente el de Cozumel, un referente en Quintana Roo y uno de los mejores en México gracias a su tradición e historia. En 2024 se van a festejar 150 años con magnas actividades, entre el 7 y el 14 de febrero. Aunque es de larga data, es un patrimonio vivo, que pone como centro de su propósito a la comunidad.

En el municipio de Juanita Alonso los preparativos se desarrollan "en plan grande", tal como fue anunciado en el III Encuentro Internacional de Carnavales del Caribe, realizado en septiembre en Colombia, donde una de las conclusiones fue que sus responsables deben demostrar un liderazgo sólido para asumir la capacidad de coordinar la autonomía de cada eslabón de su cadena de valor; es decir, hacer que todos remen en la misma dirección y con la misma convicción. La presidenta se moviliza con ese objetivo.

Recientemente fue presentada la estampilla conmemorativa, que por 7.50 pesos se adquieren en las oficinas postales de todo el país; con ello, la proyección no sólo es de carácter nacional, sino también mundial, y por lo mismo cabe destacar otros pormenores en el actual contexto festivo. La cooperación internacional es un estímulo para la cultura y sus múltiples expresiones, como ésta.

En el encuentro de Barranquilla, la presidenta municipal sostuvo: "Tenemos muchas coincidencias, pero también tenemos nuestras peculiaridades, en la isla de Cozumel el carnaval es una de las fiestas más antiguas de México, puesto que en 2024 estamos rumbo a celebrar los 150 años”. Sin duda, se consolidará como un pilar de la transformación que une.

El carnaval es fiesta, convivencia, esparcimiento y recreación, pero también fortalece la identidad, el arraigo y la pertenencia. En el fondo, un significado genuino de una celebración como esa tiene que ver con "hacer comunidad" porque el nuevo modelo de desarrollo obliga a mirar hacia el horizonte con la gente al lado, nunca más atrás.
Los carnavales son más que desfiles y espectáculos, son celebraciones con gran impacto social, cultural y económico para sus territorios. Cada región tiene su propia realidad y forma de vivir el carnaval. Es el sentir de su gente. Es el espejo del entorno, y en la isla el turismo cumple un rol vital para fortalecerlo, no para atentar contra su esencia.

El carnaval es un pulmón de Cozumel. Para no pocos, representa el corazón mismo de la isla. Los 150 años del gran carnaval, darán de qué hablar.