Los mitos y las artes
Toda civilización posee su mitología. La nuestra, por acumulación, cuenta con todas las que nos han precedido.
Toda civilización posee su mitología. La nuestra, por acumulación, cuenta con todas las que nos han precedido.
Y esto de manera no excluyente, pues no es preciso comulgar con una mitología para percibir su belleza y las frondosas posibilidades de actualización en un mundo que, aunque se aparte del mito por la senda lineal de la racionalización y del tiempo que ha dejado de ser cíclico, debido al abandono de los dioses y el endiosamiento de la idea de progreso, vuelve sobre sus pasos atraído por la fascinación que ejercen los mitos.
En griego, la palabra mito significaba palabra, dicho, razón, relato, y también mito como lo entendemos hoy en día, con la acepción de fábula o leyenda.
Desde el más remoto pasado, los mitos han dejado su huella en las artes, sean estas las plásticas o la de la palabra, oral primero y luego consignada por escrito.
Las epopeyas antiguas no referían hechos históricos, porque ¿a quién interesa la realidad? Lo que hacían era testimoniar creencias y formas de estar en el mundo.
Por eso son el fundamento de los arquetipos, que tan pionera y exhaustivamente estudiara Jung, y por eso uno puede, aún hoy, pasar las ordalías de una odisea o sentirse inspirado por las musas.
Mitos de todos tamaños y visiones oníricas que inundan óleos, acuarelas y tapices en un repertorio que va desde Merlín y la demanda del Grial a Circe, Cupido, Venus o Perseo sosteniendo la cabeza de Medea y demás.
Los museos están repletos de muestras de la estrecha relación entre arte y mito: Vulcano y el fuego, de Rubens; Baco, de José de Ribera; Narciso, de Jan Cossiers.
Y los ejemplos son interminables, ya que siempre se abunda en expresiones y relecturas de la mitología, tan rica en motivos, personajes y sugerencias que no se agotan y llegan con ímpetu arrollador, hasta el siglo XX; por ejemplo, Picasso, inyectó nuevos bríos en el Minotauro y en los faunos.
Yo sugiero que se acerquen a la mitología griega; lo que ahí se aprenderá será un disfrute sensacional. Los mitos sirven de modelos.
Como el arte, que emplea cuerpos para copiar en determinadas posturas y bajo cierta luz o penumbra, los mitos son un referente por el que se han guiado nuestros más lejanos antepasados y han sido faros para no estrellarse contra los escollos de la vida. Hasta la próxima semana.