A días de concluir la XVI Legislatura, hay una luz para los ciudadanos y es que, todo indica, no veremos personajes como Reyna Durán y Gustavo Miranda, quienes al ocupar el máximo espacio como es la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política en el Congreso Local, trabajaron solo para sus intereses personales.

Y esto no podrá ser, todo indica, porque ahora tendremos un gobierno y mayoría calificada en el Congreso local de la 4T, con lo cual las cuentas se tendrán que rendir a los dirigentes nacionales de esos partidos y tendrán que ser en el sentido que trabajan a la par de la gobernadora Mara Lezama para hacer llegar los beneficios a los quintanarroenses bajo el lema que marca su máximo líder Andrés Manuel López Obrador, de primero los pobres.

En ese contexto, esperemos que queden atrás las negociaciones que en su momento se dieron con Reyna Durán cuando ocupó la presidencia de la Jugocopo que solo le generaron beneficios personales, para luego emigrar al Partido Acción Nacional (PAN) y protegerse bajo esas siglas.

Otro que dejó mucho que desear y por ello no fue reelecto como diputado local fue el más verde de los verdes Gustavo Miranda, quien decepcionó a propios y extraños con las decisiones tomadas y que, al igual que Reyna Durán, solo se preocupó de su persona.

Y es que las malas decisiones, en el caso de Gustavo Miranda, generaron que en su mismo partido no lo reeligieran y quedara fuera de toda negociación rumbo a la sucesión gubernamental. Si bien algunos dicen que podría ocupar algún cargo en el nuevo gabinete estatal, no se le ve en ninguno de primer nivel.

Por lo que se refiere a Reyna Durán, luego de dejar las filas de Morena y buscar la reelección como diputada del Distrito 05, pero por Acción Nacional (PAN), los ciudadanos le hicieron ver su realidad al ser arrasada en urnas y quedar fuera, al menos de momento, de la política local.

Y es que no se le ve otro destino a la que pronto será ex diputada, quien inclusive en tribuna criticó el gobierno municipal de Mara Lezama, todo porque quería ser candidata a la presidencia municipal de Benito Juárez, y Mara Lezama era la candidata natural de Morena y aliados para la reelección.

Así de descabellada era la intención de una mujer que traicionó al partido que la llevó a la diputación, entiéndase Morena, cuyas acciones seguramente la mantendrán en la congeladora política al menos los próximos dos años. Hasta la próxima.