Los warnings mexicanos
Diversos actores políticos mexicanos han expresado que el gobierno de la República debe emitir un “warning”...
Como si de una venganza se tratara, diversos actores políticos mexicanos han expresado que el gobierno de la República debe emitir un “warning” para todos los nacionales que viajen a Estados Unidos, luego de la masacre ocurrida en El Paso que ya es catalogada como un acto terrorista, pero esa demanda tiene más tintes de venganza que de intención real de proteger a ciudadanos y la administración pública no debe actuar así de irracional. Justicia sí, venganza no.
Desde el consulado de México en El Paso, Texas, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, dijo que prepara un caso por terrorismo contra connacionales y que participará en contra del asesino de ocho mexicanos y 12 personas más –un hecho por cierto inédito-, pero hay, por ejemplo, diputados federales por del estado de Chihuahua, como Miguel Riggs, que han solicitado que el gobierno federal emita una alerta –warning pues- para todos los que acuden al vecino del norte para que se extremen precauciones.
Por cierto, quien sí ha emitido un warning es el gobierno de Uruguay, quien consideró que la “creciente violencia indiscriminada” apunta directo a los “crímenes de odio”, pues ha costado la vida de más de 250 personas tan sólo en los primeros siete meses de 2019 y por ello solicitó a sus ciudadanos extremar precauciones si viajan a Estados Unidos.
Ahora bien, año con año, el destino turístico más importante de Latinoamérica, Quintana Roo, lucha por mantener a la entidad fuera de la nada bien intencionada influencia de los warnings emitidos por el gobierno estadounidense, particularmente en períodos vacacionales como el denominado “Spring Break” y cuya finalidad tiene más que ver con retener a jóvenes para que se mantengan en los destinos turísticos de aquel país, pues aunque no puede negarse la acción del crimen organizado en México, episodios como los de El Paso nos recuerdan que en Estados Unidos la violencia no es menor.
Apenas la semana anterior, el gobernador quintanarroense, Carlos Joaquín González, realizó una gira por distintas regiones de aquel país acompañado del secretario de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra, en la que concretaron la llegada de más vuelos comerciales a Cancún, pero sobre todo dieron certeza de la seguridad garantizada para los millones de estadounidenses que llegan este destino año con año; desgraciadamente, no ocurre lo mismo con la comunidad latina en aquel país, menos con los discursos de odio arreciados por el mismo presidente Donald Trump; pero ante ello no debe responderse con warnings, sino con demandas concretas de frenar las campañas de odio, con exigencias de justicia y con “guante blanco”, destacando lo que hay que modificar para mejorar realmente las relaciones.
Emitir alertas para beneficios unilaterales sólo degrada la economía de ambos países por su entrelazamiento; pero no se trata de dejar pasar la masacre como si no hubiera ocurrido, pues en la memoria quedará, cuando al vecino del norte se le ocurra criticar la violencia en los países de su periferia, como si en Estados Unidos nada ocurriera, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.