Las megalomanías de los megalómanos megalomaníacos
Valga la redundancia, dicho sea. Pues sí, los megalómanos en el poder siempre tienen la piedra..
Valga la redundancia, dicho sea. Pues sí, los megalómanos en el poder siempre tienen la piedra en el zapato de emular a Cristo y lograr como él una transformación total del país que los tenga que sufrir. En el caso del Mesías, hasta ahora es el único que ha logrado realmente transformar las cosas, los demás han fracasado completamente.
Desde Lenin, con su NPE o nueva política económica que sumió a regiones enteras en la hambruna pasamos a Mao Zedong que con su “Gran salto hacia adelante” lanzó a china bien hacia atrás hasta que el bienintencionado Nixon les otorgó el estatus de nación más favorecida para poner un alfil frente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS). En esa ocasión al desastre ambiental provocado por el exterminio masivo de gorriones (los culpó de comer arroz) se sumó la aventura de fabricar acero en los patios de las casas y detener la producción agrícola.
La megalomanía de Mao provocó, según cifras conservadoras, más de 35 millones de muertos; curiosamente los chinos tienen una foto tamaño Ramsés II de semejante bestia en medio de la Plaza Tiananmen, los pueblos son muy raros a veces.
Sin pasar por Hitler para no trillar caminos ya andados, podemos mencionar a Castro que con su idea mesiánica de sacar a Cuba de la pobreza se le ocurrió que cultivando café en llanos (el café es de montaña, para los que aún se lo piensen) iba a llenar las arcas del país pues el café se estaba cotizando caro en la bolsa, de nuevo otro reyezuelo encumbrado que no escuchó los gritos de los expertos de que la bolsa no iba a durar encima tanto tiempo.
El resultado fue el fin de la producción frutal de Cuba y hoy en día los jóvenes cubanos no saben qué cosa es un melón o un zapote o un zaramullo, esto es literal y no es en lo absoluto exagerado. Luego tenemos al bueno de Chávez que con su idea del socialismo del Siglo XXI y de transformar la vida de los venezolanos controlando el tipo de cambio y regalando la gasolina los ha dejado sumidos en la peor crisis de su historia.
En resumen, ideas megalómanas y mesiánicas que, sin escuchar a expertos aluden a una solución mágica de muchos problemas sin mencionar la montaña de nuevos dolores de cabeza que generan.
Ahora nos dicen que el problema gubernamental y administrativo de México se va a encaminar si no es que a solucionar con la mudanza a lomo de mula de todas las secretarías federales. Ya empezaron los expertos a advertir de la debacle, se va a generar empleos en muchos lugares contra la perdida de otros, sin mencionar el costo de la mudanza.
En los planes del nuevo gobierno no se alude a la incomunicación entre secretarías, lo que sí es un gran problema. Menciona la eliminación de la violencia mediante edulcoradas frases de integración como si con darle una entrada a la universidad o ponerle un parque recreativo cerca se vayan a detener las ejecuciones y las extorsiones.
Una vez más se alza un megalómano poseedor de una varita mágica y habla de transformaciones faraónicas del entorno como la solución de nuestro gran problema que es de cultura social. No hay trenes, ni corredores industriales, ni dinero regalado que cambie la interacción social de los pueblos; eso sólo se logra con los años.