La Cuarta Transformación contra el Cuarto Poder
Thomas Jefferson, el empresario devenido en político, junto con John Adams y Washington...
Thomas Jefferson, el empresario devenido en político, junto con John Adams y Washington (tercer, segundo y primer presidente de Estados Unidos) concibieron la idea de un país basado en el bienestar por sobre todas las cosas. Como base firme del bienestar personal intuyeron que el principal ingrediente era la libertad de expresión.
La constitución de 1776 luego fue seguida de la primera enmienda de 1791 donde los congresistas de lo que aún no era un país establecieron como base fundamental del bienestar y la convivencia el libre culto, la libre expresión y la mínima influencia del estado en los procesos judiciales. En esos años el mismo Jefferson pronunció una frase lapidaria a mi entender que engloba la trampa de las políticas que cacarea nuestro actual gobierno: “…si el Estado es lo suficientemente poderoso para suplir todas tus necesidades también será lo suficientemente fuerte como para quitarte todo lo que tienes…”.
Acá de este lado ya empiezan los tiempos de descalificaciones, hay una frágil barrera que los políticos han mantenido intacta desde nuestra independencia (y sí, digo independencia) de la tiranía del PRI en el año 2000.
Esta barrera es el cuidado a la libertad de expresión y a la no descalificación de comunicadores críticos. La creación en el Canal 11 de un programa pagado con fondos públicos con comentaristas afines al gobierno es algo que asombra por la suavidad con que pasó desapercibido.
Luego de las diatribas interminables contra Peña Nieto y Televisa ahora se tolera sin chistar conferencias mañaneras pre armadas con guiones establecidos y se crean espacios publicitarios en televisión nacional para voces completamente parcializadas como la del politólogo miope Gibrán Ramírez a la que seguro ya pronto se le unirá la del mago del apocalipsis y las conspiraciones globales de mayas contra aztecas, artífice del traje italiano con pajarita de hacendado y defensor de los pobres (de lejitos… fuchi), Alfredo Jalife.
Se le da espacio público, pagado con nuestros impuestos a agoreros de las mentiras constantes del actual gobierno mientras se denosta con calificativos a la prensa opositora.
“El gobierno no está para adulársele, está para vigilársele” diría Víctor Trujillo en la voz de Brozo. Así empiezan los tiranos y así empiezan las hecatombes nacionales: con el silencio de las voces alternas. Luego vienen los fracasos (deudas públicas, represión, ruina y desempleo) y como no hay quien denuncie pues no hay arreglo. Ya vendrán los tiempos peores de polarización donde un anciano vociferante rodeado de ancianos amargados culpará a cualquiera que se deje o que no tenga voz de su propia ineptitud.
Ni aeropuerto, ni tren, ni refinería, ni crecimiento económico, ni pleno empleo. Por una razón muy simple: no hay dinero, ni lo habrá y con los despidos masivos del sector público, el consumo descenderá y descenderá la inversión y por ende la captación de impuestos. Y no, Andrés Manuel, no nos vayas a echar la culpa a nosotros o a los gringos, ya eres presidente, así que preside de una buena vez y deja de echarle la culpa a los de antes, y si son tan culpables como dices pues mételos al bote.