Hace tiempo que la bancada priista presentó una propuesta en el Congreso del Estado en torno a sustituir la Gran Comisión por una Junta de Coordinación Política. No ha avanzado aun cuando una mayoría de la XV Legislatura entiende los motivos, que no son pocos ni volados.

El tricolor y sus aliados la tuvieron entre manos durante meses hasta que decidieron poner los argumentos en la mesa de acuerdos. Para empezar, es el único estado con un órgano de tal naturaleza, que no ha funcionado para las múltiples obligaciones que recaen sobre ella. Su presidente, Eduardo Martínez Arcila, ha desplegado esfuerzos notables para sobrellevar además un lastre injustamente heredado por varios antecesores.

En una exclusiva reciente, la diputada con distrito en Cancún, Leslie Hendricks Rubio, explicaba a “En Órbita” que históricamente ha faltado democratización, ha perdurado el rezago legislativo y coexisten desequilibrios en las funciones. “Es inequitativo, y lo digo por la capacidad propia del ser humano: no puedes ocuparte de todo; es decir, de 25 comisiones, más las especiales”, sintetizó.

Resulta lógico que por más capacidad y experiencia que tengan los dos o tres al mando es humanamente imposible responder y ofrecer resultados en una época de transformaciones profundas, en la cual los ciudadanos (que son los representados) exigen cuentas más claras y expeditas. No se actúa en tiempo y tampoco en forma.

Por lo mismo, detallaba Hendricks, entre las propuestas de la iniciativa en mención se especifica un número máximo de comisiones en las que se pueda participar, para dotarlas de autonomía y poder avanzar de manera integral. “Satura a quienes tienen la responsabilidad en una o en muchas, y eso a nadie beneficia; menos a la ciudadanía. Esto lo entiende el 80% de mis compañeros”, aseguró.

Además de ser la única en la república, sus presidentes, salvo excepciones, han llegado sin los méritos suficientes a la silla principal: casi todos siendo plurinominales, otra de las figuras polémicas que tarde o temprano deberán tumbar por antidemocrática, acaso benéfica solo para líderes partidistas o amigos de los gobernantes en turno.

Podrán argumentar que el intento de los priistas tiene carga política-electoral, que hicieron lo mismo durante décadas o que hay prioridades en otros temas, aunque nadie podrá negar que es imposible desecharla a priori, en un contexto de mayor apertura y pluralidad.

Desorbitado

La campaña sucia contra Cancún por supuestos cadáveres en su costa es otro intento desesperado desde las tinieblas. El destino no se dobla; por el contrario, se apronta a un cierre de año espectacular, con ocupaciones superiores al 90%, tendencia que se prevé mantener en el 2018. Lo mismo en el segmento de cruceros, donde Cozumel mantiene el liderazgo mundial: el próximo año recibiría 3.6 millones de visitantes a bordo de mil 258 hoteles flotantes.

Esta dinámica permite generar más de 400 mil empleos y mantener un inventario hotelero que prácticamente ronda las 100 mil habitaciones.