Complejo cambio de mando en seguridad federal

Aprobada la reforma constitucional, bajo una lluvia de protestas bien fundadas en su momento...

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Aprobada la reforma constitucional, bajo una lluvia de protestas bien fundadas en su momento por organizaciones civiles y expertos, se dio paso al proyecto federal de seguridad pública, en manos de la Guardia Nacional, adscrita como órgano desconcentrado y con ello el desmantelamiento de la Policía Federal que apenas empieza a materializarse.

Por la forma en que se han dado las cosas, parece que el gobierno minimizó no solo las críticas, sino, al parecer, también los conflictos previsibles en este complejísimo proceso, que busca, por ahora en el papel, un cambio profundo para mejorar la actuación policial y que implica una serie de cambios de raíz, fundada fuertemente en la transformación del recurso humano.

Esa necesidad de transformar a los integrantes de la policía es una cuestión sabida e intentada por décadas y todos los diagnósticos coinciden en que es ahí donde urge un cambio total, sobre todo al nivel del desempeño de sus integrantes, si bien no puede generalizarse.

Y muchas estatales no se quedan atrás, a diario hay botones de muestra de la ausencia de una actuación policial como la que necesita la sociedad para la prevención del delito y el sistema penal actual para la investigación de los que se procesan.

En sus transitorios, ya la ley señalaba cosas muy claras: la administración, incluida la integración de la Guardia Nacional, sería civil, a cargo de secretarías, pero el mando operativo evidentemente recaería en un militar, tal como ocurrió, y lo mismo en las coordinaciones territoriales (con un comisario general), estatales (comisario jefe) y de unidad (batallón compañía, sección, pelotón y escuadra) A la par existirá, dice la ley, una jefatura general de coordinación policial y jefaturas. Es decir, los policías reportarían a los militares.

También desde este Decreto se estableció que para ingresar a la GN es necesario aprobar los procesos de evaluación de control de confianza y “estar funcionalmente separado de su institución armada de origen”. Además, estaría supeditado a los antecedentes de las personas en el Registro Nacional de Personal de Seguridad Pública y tener certificado único policial; la permanencia dependerá de la aprobación de los cursos, talleres y evaluaciones anuales.

Sin embargo, si bien garantiza las prestaciones, el ingreso y permanencia en la carrera de la GN y promociones para sus elementos, incluyendo a los provenientes de la Policía Federal, no lo hace respecto a la suerte de los que no sean admitidos. Se refiere que la transferencia total será máximo en 18 meses y que no deberá haber adeudos de una institución a otra. Importante es mencionar que los acuerdos de transferencia deben publicarse en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

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