Con frecuencia publico los beneficios que la música aporta a nuestra mente, entre ellos, mitigar la ansiedad y acentuar la alegría.

Afortunadamente tenemos evidencias contundentes para instar a la música como una efectiva herramienta de sanación.

Platón decía que la música es una ley moral; y lo decía hace más de 2500 años. Me pregunto ¿cuántos de nosotros diariamente la escuchamos con la idea de estimular un estado anímico, o para calmarnos dosificándonos con un cierto tema musical para ello?

La música dota de alma al universo entero. Soñamos, imaginamos, encantamos y alegramos a la vida misma con música y la música es medicina.

Y, además, es la única medicina que tiene permitida la auto-medicación. Lisa Chanda y Daniel Levitin comentan muy atinadamente en su obra “The Neurochemistry of Music”, que existen cuatro áreas médicas en las que la música puede servir concretamente: 1. Recompensa, motivación y placer: por ejemplo, ayudar a tratar desórdenes alimenticios.

2. Estrés: reducir ansiedad.

3. Inmunidad: fortalecer nuestro sistema inmunológico, y 4. Afiliación social: facilitar la construcción de lazos afectivos y la cooperación.

Dichas áreas están conectadas con sus respectivos sistemas primarios neuroquímicos: dopamina y opiáceos, cortisol, serotonina y oxitocina.

Por ejemplo, la música relajante reduce la presencia de cortisol (la hormona que produce el estrés) en las personas.

Participar en sesiones colectivas de percusiones revierte ciertos efectos del envejecimiento, y también, aquellos pacientes que escucharon música placentera previa a recibir una cirugía, mostraron menores niveles de ansiedad, incluso, frente a aquellos pacientes a quienes se dosificó Valium en circunstancias similares.

Es una realidad que la música se consolide como una herramienta terapéutica, en sustitución de las decenas de fármacos que en la actualidad se consumen masivamente, eludiendo así los efectos secundarios de estas sustancias.

Independientemente de los gustos musicales que tengamos, sugiero tomar todas las virtudes de la música como herramienta que nos ayude a mejorar el estado de ánimo, y nos demos cuenta en la práctica de los extraordinarios resultados que obtendremos.

Les deseo a todos mis lectores una muy Feliz Navidad. Hasta la próxima semana.