Los órganos

Nunca pensé que la canción "Ojos Españoles" iba a ser el inicio de una vida en plenitud...

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Poca gente sabe que este servidor no es pianista, sino organista. Empecé a tocar casi a la edad de seis años por lo que tengo prácticamente 50 años de haberme iniciado en esta aventura musical que me ha permitido dedicar mi vida entera a la música. En el camino sucedieron muchas cosas que me fueron forjando a la disciplina necesaria para llegar realmente a tocar. Clases, regaños, muchas horas de práctica, muchas alegrías por los logros que esta aventura te va dando por sí sola al vencer todas las barreras de la complicación, las estructuras técnicas, las limitaciones físicas y las ganas de llegar. Mi primera experiencia laboral fue como organista demostrador de Yamaha de México. Esto fue desde los 12 años los fines de semana y luego a los 15 por las tarde de lunes a sábado. Iba yo a las tiendas departamentales que vendían la marca y tocaba los diferentes modelos para atraer a la gente y los vendedores hacían lo propio. Después empezaron los trabajos en restaurantes a la hora de la comida, la cena, hasta que llegaron los concursos y en 1984 gane el festival nacional que me permitió ir a dos importantes competencias. El primer festival latinoamericano en Caracas, Venezuela donde obtuve el primer lugar, y el Festival Internacional efectuado en Tokio, Japón donde conseguí un honroso segundo lugar. Las experiencias maravillosas, ya que el haber ganado en Caracas me permitió visitar todo centro y Sudamérica en una gira de promoción que fue espectacular. En Tokio fue todo al triple de emoción y aunque ya había ido 4 veces antes al país del sol naciente, fue diferente en todo. Así tuve la oportunidad de conocer prácticamente todo el oriente visitándolo en total 27 veces hasta la fecha. Nunca pensé que ese primer día en casa de mi tío donde empezó a enseñarme la canción de Ojos Españoles fuera a ser el inicio de una aventura que me ha permitido vivir a plenitud, haciendo lo que me gusta y disfrutando cada reto, cada problema que me ha hecho crecer y convertirme en la persona que soy; gracias a mucha gente que ha sido muy generosa conmigo y que ha creído en lo que hago. Por supuesto que después aparecieron las percusiones, el piano y la dirección que siempre fue la meta, pero el espacio se ha terminado. Hasta la próxima semana.

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