La práctica hace al maestro
Decía el gran flautista Horacio Franco que le tiene tanto miedo a la mediocridad, que por ello estudia todos los días.
Decía el gran flautista Horacio Franco que le tiene tanto miedo a la mediocridad, que por ello estudia todos los días. El monstruo de las siete cabezas, como se le conoce al público, no perdona la mediocridad del artista y tarde o temprano se da cuenta de la debilidades y deficiencias de este o de su falta de compromiso y respeto hacia el público y hacia al mismo. Tenemos la obligación de dedicarle muchas horas a nuestro instrumento o a nuestro oficio. Mi abuela decía que para tocar el piano se necesitaban horas nalga y el método correcto; y no hay de otra. Esto es así y no existe otro secreto o receta distinta. Tenemos la obligación de estudiar más y más siempre, obvio con una planeación de que vamos a estudiar y teniendo varios conceptos. En el caso de los músicos podemos poner repertorio de solista, en mi caso agrego repertorio para el trío o la banda de jazz, repertorio como director de orquesta y ahí dividir el concepto sinfónico o el concepto de orquesta de cámara y demás. En el caso de los artistas plásticos es hacer el oficio todos los días, o sea pintar, pintar y pintar; y de ahí preparar exposiciones, muestras, obras por encargo y otro sin fin de opciones así mismo el escultor o el bailarín o el artista que sea. El arte es muy ingrato si lo dejas de hacer a ese ritmo. Las cosas se olvidan, los dedos ya no te responden, lo que te salía ya no te sale y si le sigues con malos vicios ya no te saldrá jamás. Los buenos por algo son buenos y son a los que nunca les falta el trabajo. Aunque en los días presentes la situación está muy incierta y la chamba está más escasa que nunca. El artista siempre dedica mucho tiempo a su oficio, muchas horas, mucha planeación, mucha producción, creación de proyectos, la venta de los mismos y demás, pero siempre con el estudio que es lo que me da lo que voy a vender. De nada sirve que el artista tenga un departamento de ventas muy estructurado si no existe producto y eso lo hace el trabajo de todos los días frente a nuestro instrumento, frente al atril o frente al caballete. Eso es un verdadero artista y como bien dicen: la práctica hace al maestro. Hasta la próxima semana.