Con un costal de asuntos por resolver que tienen al sector educativo en zona de turbulencia y al borde del conflicto, a la Secretaria de Educación, Marisol Alamilla Betancourt, se le volvió a “chispotear” al final de la semana pasada, cuando atentó de nueva cuenta contra otro grupo de trabajadores de la educación: los profesores que cubren horas en las escuelas de tiempo completo, a quienes pretende pagarles su salario cuando le dé la gana.

La nueva metida de pata de Marisol no es cosa menor, pues son cientos de maestros contratados para cubrir las horas adicionales del programa Escuelas de Tiempo Completo, quienes ya se están organizando para un paro total que provocaría el colapso de las escuelas de esta modalidad.

Y los profesores tienen toda la razón del mundo, ya que la negligente funcionaria una vez más no previó esta necesidad primordial y aduce que la dependencia no tiene dinero para cubrir los salarios de estos maestros, por lo que sin dar la cara echó la bronca a los supervisores, quienes verbalmente notificaron a los afectados que van a cobrar hasta marzo, si bien les va.

Con esta acción, Marisol Alamilla se sigue echando de enemigo al gremio magisterial, donde su fama de déspota e insensible está creciendo sin freno, alimentada por sus torpes maniobras aconsejadas por sus peores enemigos.

Porque la inexperta Secretaria no entiende que estos maestros viven al día y en su programación de gastos cuentan con este dinero que debe estar disponible, ya que son recursos que el gobierno federal envía para mantener en funcionamiento a las escuelas de tiempo completo.

Ante el atentado, los maestros afectados empezaron a organizarse desde la semana pasada. Algunos incluso acudieron a la SEyC, donde confirmaron lo que todo mundo sabe: que la señora Marisol Alamilla no tiene oídos para nadie.

Los inconformes intentaron dialogar con el subsecretario de Educación Básica, Rafael Pantoja Sánchez, pero quedaron decepcionados porque se dieron cuenta que nada más está de adorno, sin ningún poder de decisión ni influencia para ayudarlos, porque “las decisiones se toman arriba”.

En la SEyC no se mueve un dedo si no lo autoriza la dictadora Marisol, por lo que es la única responsable de los problemas que está provocando con su actitud y sus errores de novata.

Marisol Alamilla sigue jugando irresponsablemente con fuego en el sector educativo, y puede ser perseguida por un enjambre de abejas africanizadas. No aprenden la lección en la SEyC.