¿Más deuda para la capital?

Por lo general tales “renegociaciones” conllevan un alto costo para las finanzas públicas...

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Con la estrategia que han utilizado sus antecesores para hacerse de recursos, el alcalde capitalino Luis Torres Llanes inició una ofensiva para adquirir un “refinanciamiento” de la deuda pública municipal con la justificación de ahorrar intereses y aumentar la liquidez para realizar obras públicas.

El alcalde chetumaleño informó que ya está en pláticas con la banca de gobierno Banobras para renegociar en su totalidad la deuda del municipio, que es de poco más de 450 millones de pesos.

Por lo general tales “renegociaciones” conllevan un alto costo para las finanzas públicas, ya que para reducir los pagos en lo inmediato y disminuir intereses, es común que los bancos generen un plazo de pago más largo.

Y no es nada nuevo. El ex alcalde Carlos Mario Villanueva Tenorio recurrió a la misma estrategia para refinanciar los pasivos heredados por Andrés Ruiz Morcillo, y posteriormente Eduardo Espinosa Abuxapqui hizo su propio “refinanciamiento” con la deuda que dejaron Carlos Mario y Andrés Ruiz Morcillo.

Lo condenable es el origen de una situación que tiene contra las cuerdas a Luis Torres, obligándolo a tomar estas graves decisiones. Porque la acumulación de administraciones priistas fue veneno puro para las arcas de nuestro municipio, sobre todo en los deficientes mandatos de Andrés Ruiz Morcillo y Carlos Mario Villanueva Tenorio.

La deuda de último minuto recetada por Ruiz Morcillo se combinó con la ineptitud de Carlos Mario Villanueva para heredarle el caos a Torres Llanes, cuyo margen de maniobra ha sido limitadísimo en su primer año de gobierno.

Las consecuencias son devastadoras, porque cada trienio la deuda pública municipal aumenta de forma alarmante y tiene comprometidos los recursos federales que recibe el Ayuntamiento, mucho más allá de su capacidad de pago.

A pesar de ello, Luis Torres Llanes está decidido a seguir el caminito que marcaron quienes lo antecedieron, en una muestra de su desesperación para hacerse de recursos frescos que le permitan mejorar la imagen de su gobierno, ya que los resultados no han sido los esperados.

Sabemos que nuestro alcalde chetumaleño tiene aspiraciones cantadas rumbo al 2018, y necesita apuntalar su imagen si es que quiere tener posibilidades en unas elecciones que se perfilan como muy competidas.

Pero Torres Llanes tiene que medir muy bien el impacto de sus decisiones, ya que la adquisición de deuda ha sido una maldición para nuestros alcaldes tan desprestigiados.

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