Decididos a hacer valer su peso como partidos “oficiales”, el PAN y el PRD lanzaron la tarraya para pescar a más partidos para el Frente Amplio Ciudadano en Quintana Roo, con la finalidad de competir en un bloque común en 2018 ante las amenazas de Morena y la siempre peligrosa dupla del Verde-PRI, en ese orden.

Fue el comandante segundo de la dirigencia panista, Mario Rivero Leal, quien reveló que están en marcha negociaciones con el Partido Encuentro Social, dirigido por Gregorio Sánchez Martínez; con Nueva Alianza, timoneado por el profesor Armando Palomo; y con el nonato partido joaquinista, Confianza por Quintana Roo, para que unan sus fuerzas con PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, que por el momento son los miembros confirmados de esta alianza.

Con Encuentro Social y el autoproclamado partido joaquinista estos acercamientos serían mero trámite, pues aunque el astuto Greg Sánchez públicamente no ha aceptado su membresía en el Frente, voces enteradas dan como un hecho que de facto o de hecho el PES jugará del lado del PAN-PRD, o mejor dicho, del gobernador Carlos Joaquín González.

En cambio, el caso del Panal tiene aristas que ponen en duda su alineación para uno u otro lado.

Porque a nivel nacional Nueva Alianza perfila mantener su lucrativa alianza con el PRI y el Verde, la misma que por años han tenido a nivel local y que en las pasadas elecciones le hicieron ganar dos alcaldías y una diputación estatal.

Pero en Quintana Roo, fieles a su costumbre de hincarse ante el poder, los turquesas de inmediato se pusieron al servicio del nuevo mandamás dando la espalda a sus aliados en el Congreso local para permitirle al PAN y PRD arrebatar el control del Poder Legislativo al PRI.

Los alcaldes de Nueva Alianza –Alexander Zetina Aguiluz (Bacalar) y Emilio Jiménez Ancona (Lázaro Cárdenas)– también se han tendido como alfombras ante el seductor poder del Ejecutivo, a cambio de que se les brinden las circunstancias para una reelección tersa.

Mas como no se puede servir a dos señores, a pesar de su amplia experiencia como pescadores electorales los turquesas no podrán jugar a dos bandas en 2018, con sus aliados de siempre para las posiciones federales y con el Frente panista-perredista a nivel local.

Con todo y ese obstáculo, Nueva Alianza se ve cada vez más cerca del Frente Amplio en la entidad, decidido a conservar su parcelita de Ayuntamientos cueste lo que cueste.