Meter en cintura a los motociclistas
Hace tiempo manejamos en este espacio la necesidad de regularizar el uso de la motocicleta en la entidad...
Hace tiempo manejamos en este espacio la necesidad de regularizar el uso de la motocicleta en la entidad, y hoy nos encontramos con la noticia en NOVEDADES QUINTANA ROO que el 94 por ciento de los conductores de estos vehículos no cuentan con seguro, y me atrevería a afirmar que un porcentaje similar no sabe o no le importa conducir de manera adecuada, pese al evidente riesgo.
En aquella entrega citamos –y reiteramos- que es injusto el reglamento de tránsito al privilegiar al motociclista sobre el conductor de un automóvil, es decir, la norma se inclina siempre a favor de quien maneja el vehículo de dos ruedas en caso de haber un accidente.
Nadie, ningún conductor de auto, camión o cualquier tipo de transporte, está exento de tener un accidente. Pero si a esto le agregamos que tiene la desgracia de chocar a un motociclista, el asunto se puede tornar grave, tanto que quien maneja el carro puede sufrir las consecuencias por el resto de su vida. Cuando debería ser al revés.
Y es que partiendo del principio de que el motociclista es, digamos, una especie de carrocería del vehículo, o sea que es quien recibe directamente el golpe, la lógica nos dicta que éste tendría que firmar una responsiva en la que exprese que está consciente de los riesgos y que los asume como tales.
Esto quiere decir que, en el momento de haber un accidente entre un automóvil y una moto, éste sea sancionado como un percance cualquiera, como si se tratara de dos carros, y que el motociclista se encargue de sus lesiones, si corre la fortuna de continuar con vida.
Incluso la autoridad de Instituto de Movilidad (que más parece de Inmovilidad) tendría la obligación de verificar cada año las placas de los motociclistas, obligándolos a mostrar su seguro de la cobertura más amplia, o de lo contrario, retirar el permiso y sancionar con especial rigor a aquel que circule fuera de lo que ordenará el reglamento.
En la actualidad, la norma para el uso de esos vehículos de dos ruedas es sumamente laxa. Los conductores de motos han tomado las calles, y pasan de un carril a otro conduciendo de manera arbitraria. Las calles, debe quedar bien claro, fueron creadas para automóviles y los motociclistas deben ir pegados a la derecha de la vía.
Y lo mismo con estacionamientos. Paran las motos como si fueran autos.
Cierto es que tan persona es aquel que conduce un automóvil como quien conduce una moto, y tienen los mismos derechos. Sí, pero los vehículos no son personas, no son lo mismo y las calles no fueron creadas para motocicletas.
Es preciso que las autoridades tomen en cuenta –subrayo, tomen bien en cuenta- que el reglamento de hoy puede fastidiar el resto de la vida de un automovilista si tiene un percance con un motociclista y éste reporta daños o lesiones que afectarán su existencia, cuando el conductor en dos ruedas debe ser sometido a actuar con responsabilidad y firmar que está consciente del riesgo que corre.
Es hora de crear reglamentos, normas y leyes más justas.