Doce días antes de que inicien formalmente las campañas a la presidencia de la República, en la que se ha llamado “la madre de todas las batallas”, la ciudadanía en México alzará la voz y exigirá en todo el país (y en algunos puntos del extranjero) el más pleno respeto a la democracia, que el voto sea debidamente contado y que todo tipo de autoridad saque las manos de este proceso.

Por ningún motivo se permitirán frases como: “Si ellos lo hicieron durante años y todos callaron como momias”. No, los tiempos han cambiado y en México habrá millones y millones de ojos que revisarán, verificarán y exigirán a puño cerrado, que las elecciones sean limpias y transparentes.

Gane quien gane.

Así es. Este domingo 18 de febrero se realizará la “Marcha por Nuestra Democracia”, cuyo punto principal será el zócalo de la Ciudad de México y en más de 100 ciudades del país y del extranjero para demandar que haya voto libre en la elección del 2 de junio próximo, sin intervención de los gobiernos federal o locales.

El pasado lunes 12 de enero, voceros de las más de mil organizaciones convocantes informaron que se llevará a cabo en la plancha principal de la capital para facilitar el arribo de los participantes.

Informaron que hasta esa fecha se había confirmado la movilización simultánea en 92 ciudades del país y 15 más de seis países extranjeros, sobre todo en Estados Unidos, España y Francia, lugares donde viven más mexicanos.

Se trata de una marcha 100 por ciento ciudadana, apartidista, lo que significa que pueden participar simpatizantes de cualquier partido, siempre y cuando respeten el objetivo de exigir democracia, respeto al voto y la no intromisión de nadie más que del votante y del INE. No, y que quede bien claro, se permitirá la asistencia de gente vestida con logotipos de ningún partido político ni gritos a su favor.

Por ello se pide a los participantes vestir prendas blancas o rosas, color característico del Instituto Nacional Electoral (la primera movilización convocada por las organizaciones ciudadanas se hizo finales de 2022 para defender a ese instituto).

El próximo 18 de febrero será el tercer encuentro convocado por organizaciones ciudadanas, también en defensa de la democracia, y con vistas a las elecciones del 2 de junio en que se renovará la presidencia, las dos cámaras del Congreso de la Unión y nuevos ejecutivos estatales.

En la Ciudad de México habrá un orador único y será el exconsejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello.

Aunque se trata de un personaje que ha sido cuestionado por Morena y por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Fernando Belaunzarán, del Frente Cívico, destacó que los convocantes están "muy orgullosos” de que haya aceptado participar, porque ha encabezado la defensa de la autonomía del INE y la defensa de las instituciones democráticas.

Acudirá además María del Carmen Alanís, expresidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Tepjf) y el también expresidente del INE (antes IFE), José Woldenberg.

De esta manera se puede considerar que será encendida la antorcha del proceso electoral para 12 días después iniciar las campañas, en la que por primera vez se enfrentan dos mujeres (y un acompañante) en busca de la presidencia: Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.