Un escándalo por presunto mal uso de recursos públicos que salpica a la ex Oficial Mayor de gobierno, Rosario Ortiz Yeladaqui, a su sucesor Víctor Viveros Salazar, y a varios de sus ex colaboradores, está a punto de detonar, pues los sabuesos de la Secretaría de la Gestión Pública están investigando la compra de mochilas chinas de hule que fueron entregadas en 2014 y 2015 a hijos de los burócratas estatales con una inversión millonaria.

Bien dicen que el pasado te persigue, y la priista chetumaleña Rosario Ortiz, quien había logrado mantenerse al margen de los escándalos gracias a que abandonó la pandilla borgista con mucha anticipación al hundimiento del Pritanic, no logró permanecer fuera del radar y ahora tendrá que rendir cuentas por sus acciones.

Y es que la ex alcaldesa chetumaleña aparece como la responsable directa de la adquisición de miles de mochilas y paquetes de útiles escolares que fueron entregados a cerca de siete mil trabajadores del gobierno estatal en el mes de agosto de 2014 y 2015, con una inversión anual superior a los cinco millones y medio.

La operación no sería grave si ese dinero hubiera sido bien utilizado, pero resulta que cada mochila fue facturada en un promedio de 791 pesos, cuando en la realidad el costo no llegaría ni siquiera a los 100 pesos por la pésima calidad de los útiles escolares entregados a los hijos de los burócratas.

Además de Charito Ortiz, en las indagatorias de la Gestión Pública resaltan como involucrados en este fraude monumental el ex director administrativo de la Oficialía, Rodolfo Hernández Luna, y la ex directora de Recursos Humanos, María del Carmen Ramírez Sánchez, quienes también están bajo la lupa por su participación en la compra amañada, una constante en el gobierno borgista y priista que fue extirpado como tumor maligno por indignados quintanarroenses, especialmente los chetumaleños.

Pero los precios inflados fueron el sello de la casa bajo la batuta del exgobernador Roberto Borge, ya que en 2016 la Oficialía Mayor, ya bajo el mando del cancunense Víctor Viveros Salazar pero con los mismos actores de reparto, erogó poco más de 5 millones 700 mil pesos en la compra de mochilas invisibles, pues los burócratas solo las vieron en sueños.

Este nuevo desvío descarado de recursos fue reconocido por el actual Oficial Mayor, Manuel Alamilla Ceballos, siendo el punto de partida para desenredar la madeja de la corrupción que tiene a Rosario Ortiz y a su sucesor en la lista de las denuncias penales pendientes.