Mototaxis y tricitaxis: 10 años fuera de la Ley
Hay un par de asuntos relevantes en el tema de la Ley de Movilidad de la entidad que deberían ser objeto de análisis...
Hay un par de asuntos relevantes en el tema de la Ley de Movilidad de la entidad que deberían ser objeto de análisis y aprobación en el Congreso del Estado, antes de que los diputados de la XVII Legislatura intenten con otros puntos, justificar su presencia en el edificio de Punta Estrella y distraer la atención.
Me refiero a que se requiere con celeridad darle certeza, legalidad y seguridad a los tricitaxis y mototaxis como alternativas de transporte de pasajeros en zonas urbanas y rurales del territorio, dos opciones emergentes que desde hace una década van en crecimiento y que no han sido tomados en cuenta en las leyes y reglamentos.
La modalidad de tricitaxi y mototaxi que es una opción estructurada en varias comunidades de la Península de Yucatán no había provocado reacción alguna en las organizaciones gremiales de autos de alquiler y ruleteo porque estas no ocupan espacios de las zonas urbanas, además de que eran muy escasos.
En la zona sur de Quintana Roo, con la entrada en operación de la Zona Libre de Belice se puso de moda como medio de transporte en el interior del recinto los triciclos motorizados y al paso de los años estos se empezaron a ver en Cancún y Playa del Carmen generando un conflicto con los sindicatos de taxistas, que incluso llegó a hechos de encuentros violentos y con frecuencia se conocía de choques con Uber o con mototaxis hasta que finalmente autoridades municipales en el marco de sus atribuciones administrativas concedieron cierta tolerancia a los mototaxis.
Hoy, los mototaxis y tricitaxis no existen en la ley de Movilidad y ello no implica que no existan, son hasta el momento una alternativa de transporte para cierto grupo de usuarios y los taxistas los toleran a regañadientes porque les impusieron condiciones que buscan no ser una competencia frontal aunque sí lo son.
Al ver que la modalidad de tricitaxi competencia directa al ruleteo prosperó, personas muy creativas enseguida dieron el punto de que adaptando un arrastre a la motocicleta se puede brindar el servicio de fletes y ahora es común encontrarlos en los estacionamientos de los supermercados donde por una módica cantidad de 80 a 100 pesos transportan artículos electrónicos y del hogar que antes se movían en una camioneta de cama larga por un costo de hasta 400 pesos, según la distancia.
Ambos servicios, tanto tricitaxi como el mototaxi y el de fletes que se mueven con motocicletas adaptadas, han venido a ocupar un lugar entre los consumidores pero no en la Ley de Movilidad, los taxistas se han ocupado más en cerrar las puertas a las plataformas digitales de transporte de pasajeros y ahora los diputados intentar aplicar referencias de paridad de género en operadores y en destinar por ley un porcentaje del espacio del transporte exclusivo para mujeres.
Ya se ingresó al Congreso local la iniciativa para crear un Registro Estatal de Personas Conductoras y Choferes del Transporte Público, estableciendo como requisito tener cursos de capacitación en materia de perspectiva de género, así como destinar un porcentaje de asientos exclusivos para mujeres en las unidades de transporte de pasajeros, además de incrementar penas a quien cometa acoso sexual durante la prestación de las diversas modalidades de servicio público, pero ello no está resolviendo un problema que lleva dos décadas frenado.
Ya son más de 20 años que en Subteniente López los lugareños están buscando la manera de obtener una concesión que les permita brindar el servicio de mototaxi, la excusa que han tenido es que no están en la ley además de que su comunidad es muy pequeña y que no pueden circular en la carretera federal y lo mismo está sucediendo en comunidades rurales.
Por lo pronto, los operadores de estos servicios, si están pero nadie los regula y no tardará mucho en que se conviertan en un problema de organizaciones sindicales. El reloj de la bomba de tiempo sigue su marcha.