Muchas promesas y poco dinero
Tanto en el discurso de toma de posesión en el Congreso de la Unión como en el discurso en el mitin...
Tanto en el discurso de toma de posesión en el Congreso de la Unión como en el discurso en el mitin del Zócalo, la presidenta Sheinbaum enumeró diversos programas, los cuales, analizados en frío, tiene un costo económico muy alto ¿de dónde va a salir el dinero para operarlos? Hay una creciente inquietud entre analistas y empresarios a propósito de que los programas sociales, tanto los que impulsó López Obrador como los que ahora está adicionando Claudia Sheinbaum, hagan que el gasto público sea insostenible en los próximos años.
Sin duda hay presiones sobre el gasto público que vendrán en los siguientes ejercicios, pero creo que hay que ponderar qué parte de éstas provendrá del mayor gasto social. La mayor parte de los llamados programas sociales se agrupan en el rubro “protección social”, reportado por los Informes de la Secretaría de Hacienda.
Desde el 2017, año tras año este rubro creció hasta alcanzar un incremento de 67.8% en 2024 (hasta agosto). El porcentaje en el gasto programable total subió a 30.1%, es decir, el incremento en la participación fue de 8.4 puntos porcentuales.
De acuerdo con las estimaciones de los Precriterios de Política Económica para 2025, el gasto programable estimado para este año será de 6.6 billones de pesos. Es decir, a pesos actuales, el incremento –que no el total– del gasto derivado de los programas sociales fue del orden de 554 mil millones de pesos para el sexenio.
Desde luego que es una gran cantidad de recursos adicionales, pero no pareciera que tuviera un volumen capaz de crear una hecatombe en el gasto. El problema no son los programas sociales per se. El problema es que se suma de otro conjunto de gastos.
Veamos el caso de las pensiones. El desembolso por pago de pensiones creció en el sexenio de AMLO en 33.2% en términos reales. Su proporción en el gasto programable pasó de 19.4 en 2018 a 21.6% en 2024, es decir, 2.2 puntos porcentuales adicionales. A precios actuales, esto implica un agregado de 145 mil millones de pesos.
Ahora veamos el costo financiero pagado por el sector público. En el sexenio de AMLO se incrementó en 37.1% en términos reales y aunque no forma parte del gasto programable, para propósitos de comparación lo referiremos a él.
En 2018 equivalía al 15.1% de ese gasto y para el 2024 está en 16.8%. El aumento es de 1.7 puntos porcentuales de ese rubro, que comparativamente equivalen a 112 mil millones de pesos.
Y veamos ahora la inversión pública. En el año 2018 representaba el 15.2% del gasto programable. Para lo que va del 2024 alcanzó el 17.2%. En este caso, el incremento de gasto equivale a 2 puntos porcentuales del gasto programable, algo así como 130 mil millones de pesos a precios actuales.
Solo de los cuatro rubros analizados, hay un aumento de 941 mil millones de pesos en el sexenio de AMLO. Cuando se van sumando los diversos rubros, tenemos una presión de gasto muy importante. Implica casi un aumento de 20% de incremento en el gasto público en términos reales.
No veo ningún escenario en el que el ajuste del gasto operativo pueda aguantar un recorte del 20%. Estamos en una encrucijada. Creo que el recorte que habrá para 2025 será menor, pero aun así será relevante.
Habrá más gasto que el previsto, y por lo tanto más endeudamiento. El déficit para 2025 no llegará al 3% ni haciendo milagros. Es por lo anterior, muy importante que se definan las estrategias para llegar a ese monto.
Conflicto en Medio Oriente presenta riesgos económicos
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió la semana pasada que una escalada del conflicto en Medio Oriente podría tener ramificaciones económicas significativas para la región y la economía mundial, sin embargo, los precios de las materias primas siguen por debajo de los máximos del año pasado.
Julie Kozack, portavoz del FMI, mencionó en una conferencia de prensa habitual, que el prestamista mundial con sede en Washington sigue de cerca la situación en el sur del Líbano con “grave preocupación” y ofreció sus condolencias por la pérdida de vidas. “La posibilidad de una mayor escalada del conflicto aumenta los riesgos y la incertidumbre y puede tener ramificaciones económicas significativas para la región y más allá”.
Agregó que es demasiado pronto para predecir impactos específicos sobre la economía global, pero señaló que las economías de la región ya han sufrido mucho, especialmente en Gaza, donde la población civil “enfrenta condiciones socioeconómicas terribles, una crisis humanitaria y entregas de ayuda insuficientes”.
El FMI estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Gaza disminuyó 86% en el primer semestre del 2024, dijo Kozack, mientras que el PIB de Cisjordania en el primer semestre probablemente cayó 25%, con perspectivas de un mayor deterioro. El PIB de Israel se contrajo aproximadamente 20% en el cuarto trimestre del 2023 después de iniciado el conflicto, y el país sólo ha experimentado una recuperación parcial en la primera mitad del 2024, añadió.
“En el Líbano, la reciente intensificación del conflicto exacerba la ya frágil situación macroeconómica y social del país”, dijo Kozack, refiriéndose a los ataques aéreos de Israel contra el grupo militante Hezbolá respaldado por Irán en el Líbano. “El conflicto ha causado un gran costo humano al país y ha dañado la infraestructura física”.
Los principales canales por los que el conflicto ha afectado a la economía mundial han sido los precios más altos de las materias primas, incluidos el petróleo y los cereales, así como el aumento de los costos de transporte marítimo, ya que los buques evitan posibles ataques con misiles de los militantes hutíes de Yemen contra buques en el Mar Rojo, dijo Kozack. No obstante, los precios de las materias primas están actualmente más bajos que sus picos del año pasado. Por último, dijo que en el FMI realizan monitoreo continuo.