“La mujer es el verdadero principio de continuidad de un pueblo, el arca de sus más preciadas y profundas tradiciones”, Miguel Unamuno

Con la marcha del día de “la mujer”, recordamos los avances que ha habido para que la mujer forme parte del mundo laboral, en todos los niveles; y hoy podemos ver que la próxima presidenta del país será una mujer, gracias a toda la labor que, habido desde hace muchos años, empezando por poder votar hasta llegar al actual empoderamiento.

Tristemente, seguimos viendo que estos avances de igualdad se ven truncados en series de televisión, en publicidad del día a día, en los medios masivos de comunicación.

Promueven el cuerpo de la mujer para vender, sin importar el rebajar el cuerpo a un mero objeto sexual, que llame la atención para generar rating en sus programas, y ventas por ese anuncio publicitario.

Reflejan una falta de creatividad muy grande estos publicistas, y directores de películas, series; que solo saben usar a la mujer, siendo necesariamente de buen ver, llamativa, exuberante, provocativa, entre más atributos se le pueda encontrar al cuerpo es mejor para sus fines. Manipulan el cuerpo de la mujer para vender y tener rating, alimentos, casas, jugos, coches, televisiones, muebles, cualquier cosa puede vender la mujer con su cuerpo.

Quien manipula esconde la verdad, es un mentiroso, no le interesa difundir la verdad; solo busca engañar a los demás. Es apoyada por la mentira incesante, sin importar cuanto afecte esta manipulación de halagos la conducta del público; además, rebajan a la mujer a un sitio donde sólo es útil su cuerpo.

Los manipuladores son expertos en mover masas, buscan adquirir cualquier tipo de poder, ven a los grupos sociales, a las comunidades, a las familias como masa, no como parte integrante de la comunidad, sino es reducida a una mera fuente de ver publicidad sin sentido, que sea llamativa y novedosa, que me dé dinero; influyendo en la determinación de actos de elección del público, sin saber por qué se compra tal o cual objeto.

Es lamentable darnos cuenta que los avances son pocos, la lucha de igualdad de los derechos de la mujer y del hombre todavía tienen un gran abismo, porque a la mujer se le sigue utilizando y viendo como un simple objeto. Olvidando la dignidad tan grande que posee por el solo hecho de existir.

En la lucha por la equidad de género, debe existir una mayor intervención del hombre para evitar la utilización del cuerpo femenino.  Si ambos reconocen que juntos pueden construir una igualdad, aceptando las diferencias obvias que cada uno tiene, no habrá abusos equivocados en los medios, y menos en las series de televisión, películas, publicidad, reduciendo a las mujeres a un simple objeto con vistas a la utilidad que pueda dar su cuerpo.

En 1995, en la Conferencia de la Mujer realizada en Beijig se hablaba de la tesis que ni el hombre ni la mujer deben dominar, sino la contribución de la diversidad de ambos, pero complementaria de la masculinidad y la feminidad es fundamental para el buen desarrollo de la sociedad. La mujer tiene una gran misión en la vida, no permitamos que la reduzcan a la utilidad de otros, para obtener el poder económico.