Municipios, en la mira de la ASF

A un año de que lleguen a su fin las administraciones de los 11 municipios de Quintana Roo, la Auditoría Superior de la Federación...

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A un año de que lleguen a su fin las administraciones de los 11 municipios de Quintana Roo, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) inició una minuciosa revisión sobre el gasto de los recursos que el gobierno federal les ha enviado para invertir en obra social. 

Y no es para menos, ya que, en la última auditoría, en al menos cuatro municipios del estado, la ASF detectó un boquete financiero de 132.5 millones de pesos de fondos federales, correspondientes al ejercicio fiscal 2021. 

Se trata, ni más ni menos, de los municipios de Bacalar, Tulum, Lázaro Cárdenas y Solidaridad, que en ese entonces era gobernado por la morenista Laura Beristáin Navarrete.  

Cuentas claras, amistades largas, y es por eso que recientemente se puso en marcha en Quintana Roo la implementación de las denominadas auditorías de colmena en los 11 ayuntamientos del estado. 

¿Y qué son estas auditorías colmena? A diferencia de las auditorías tradicionales, que se centran en vastos sectores o programas, las auditorías colmena se focalizan en actos de gasto específicos, en este caso de los recursos federales, y es practicada por el máximo órgano fiscalizador del país.  

Esta especificidad garantiza que cada centavo se destine de manera adecuada, sin margen para la corrupción o el despilfarro. 

El programa fue puesto en marcha por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, junto el titular de la ASF, lo que marca un hito en la transformación de la gestión pública estatal. 

Esta acción reafirma la dedicación del actual gobierno hacia una administración pública eficiente, honesta y transparente, ya que, desde que Mara Lezama asumió la responsabilidad, la entidad ha experimentado una metamorfosis palpable en la forma en que se manejan los fondos públicos.  

No es solo un asunto de palabras; es una transformación que se ve reflejada en acciones concretas, como lo demuestra el hecho de que, en tan solo 10 meses, Quintana Roo ha obtenido una mejor calificación crediticia.  

El camino hacia la transparencia y la eficiencia es una tarea titánica que requiere, como bien dice la gobernadora, dejar atrás modelos obsoletos. 

Lo realmente destacable de este proceso de fiscalización es la inclusividad con la que se lleva a cabo, ya que es esencial que todos los presidentes municipales estén comprometidos con este proyecto.  

Es la única forma de garantizar que los recursos, que son del pueblo y para el pueblo, se gasten donde más se necesitan, pues, después de todo, los impuestos, que provienen del esfuerzo colectivo, deben traducirse en desarrollo y, sobre todo, en bienestar para quienes más lo necesitan. 

Cuando se puso en marcha estas auditorías colmenas, Rogelio Colmenares, titular de la Auditoría Superior de la Federación, elogió el progreso de Quintana Roo, señalando que la participación activa de los presidentes municipales no es solo beneficiosa, sino también esencial.  

Los recursos públicos no son meros números en papel, representan las esperanzas, sueños y esfuerzos de la ciudadanía, y administrarlos con minuciosidad y cuidado no es un favor; es una obligación de nuestras autoridades. 

¿Saldrán bien los municipios de esta auditoría? 

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